No es la primera vez que el Parque Zoológico La Reina de Tizimín se queda sin un ejemplar de león, ya que en años anteriores se ha registrado el fallecimiento de otro felino, así como decesos de diferentes animales debido a graves anomalías, que han puesto a ese parque en los ojos del mundo.
Esta se dio a conocer a raíz de lo sucedido hace un par de días, cuando un león macho falleció a consecuencia de un golpe de calor, de acuerdo con el reporte de las autoridades en turno.
A mediados de febrero de 2008, un hipopótamo sufrió un paro cardíaco que lo llevó a la muerte a los pocos minutos de ser trasladado desde Mérida a esta ciudad tras un viaje de cuatro horas. En ese entonces, se dijo que la muerte se debió al estrés o cambio brusco de ambiente, el ruido, la lluvia, los rayos y la gente a su alrededor. El animal fue donado por El Centenario al zoológico de Tizimín que sería su nueva casa y los encargados ya lo habían denominado como El Gordo.
En el 2009, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró el zoológico tras detectar irregularidades en materia de registro y legal procedencia de algunos ejemplares, así como faltas al trato digno y respetuoso hacia los mismos tras dos inspecciones. En ese entonces, militares, marinos y policías federales, así como inspectores de la Profepa rescataron a ejemplares de diversas especies, los cuales eran maltratados.
En 2011 se reveló que murió un venado temazate macho por encefalitis aguda, dejando a su pareja hembra sin la esperanza de reproducirse. En ese mismo año, según relató uno de los trabajadores, un avestruz fue víctima de la acción de un visitante que dejó un tenedor de plástico cercano a su hábitat, el ave lo tragó y murió de asfixia.
El 9 de junio de 2011, un león africano murió de hambre, aunque las autoridades del zoológico dijeron que su fallecimiento fue por peritonitis aguda y daño en el hígado. Por este acontecimiento fue clausurado de nuevo.
El 5 de julio de 2012 falleció uno de los tigres de Bengala de aproximadamente 10 años por negligencia, ya que se determinó que murió por choque séptico, es decir, por una infección generalizada que le dañó el hígado y otros órganos vitales, sin haber recibido atención médica. Asimismo, en 2015 dos pavorreales y dos pavos de monte perdieron la vida tras ser atacados por perros callejeros que rondaban por las instalaciones del zoológico ante la carencia de vigilancia.
Estas son algunos de los lamentables fallecimientos que se han dado a conocer en este centro recreativo que han dado mucho de qué hablar, por lo que la ciudadanía espera que se refuercen los protocolos del cuidado hacia los animales que tiene como inquilinos para garantizarles la vida que deben alcanzar en cautiverio.
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GC