Después de varios meses de ondas de calor y la intensa sequía prolongada, este domingo por la tarde cayó un fuerte aguacero en la población de Chocholá. Muchas personas ya pedían que lloviera, por las intensas temperaturas en el territorio nacional.
Incluso, muchas personas se enfermaban por golpes de calor. Además, animales del monte y pájaros --buscando agua para beber-- tenían que bajar a algún rancho, donde podrían encontrarla para su subsistencia.
El termómetro marcó 42 grados centígrados antes de la lluvia, pero bajó a 34 grados centígrados: temperatura agradable para la tarde y noche; ideal para dormir. En esta población se percibe también en los panaderos: les va un poco mejor, al vender sus barras y pan dulce.
"Por fin nos tocó la lluvia. Aunque se atrasó, porque en el mes de mayo no llovió para nada. Hasta este mes de junio nos tocó. Eso es bueno para reverdecer los árboles del monte y para los animales que allí habitan. El agua es indispensable para todos, aunque, se atrase la siembra del maíz. Si va a dar, va a dar. Eso sólo Dios lo sabe, y es el único que manda en este mundo. Hoy en día, muy pocos realizan su milpa, ya no es como antes, los tiempos han cambiado".
FAR