Las ráfagas de viento comienzan a presentarse en la comunidad de Sotuta, en el Centro de Yucatán; municipio que se había pronosticado en alerta roja desde días previos al huracán cuya trayectoria tenía a este pueblo en la mira.
Las autoridades correspondientes mantuvieron informados a los pobladores con respecto a las precauciones que había que tomar, desde tinacos, láminas y compresoras de aire acondicionado han sido asegurados con alambres, sogas y tornillos.
Algunos albergues se mantienen cerrados por seguridad a quienes han ingresado; sin embargo, hay personas que se ofrecieron como voluntarios para ayudar a resguardar a quien lo necesite, a demás que al estar el clima sin lluvia, varias personas han aprovechado salir de sus casas para ver en qué pueden apoyar.
Los campesinos y apicultores de este poblado siguen alertas a cualquier circunstancia que se presente en sus milpas y apiarios, pues temen la pérdida de sus cosechas que recién están en crecimiento.
Calma
Después de un encierro de aproximadamente seis horas en la cual permanecieron sin energía eléctrica, Sotuta regresa a la normalidad, con afectaciones menores como obstrucciones viales por ramas en las calles e inundaciones en algunos tramos, pero nada de gravedad.
Las autoridades municipales informaron que, no hubo daños que lamentar, pues los tinacos, casas de paja, compresores y techos de lámina quedaron intactos ante la furia de este fenómeno meteorológico; desde que las lluvias pasaron y las ráfagas disminuyeron, los sotuteños salieron de sus casas después de haberse asegurado que fuera prudente y reactivaron sus actividades.
Pues, la mayoría de los pobladores aprovechaba a salir a comprar o revisar si sus pertenencias no habían sufrido ningún daño, algunos han mencionado que hasta el día de mañana tendrían la oportunidad de ir a revisar sus milpas y parcelas, ya que al ser en monte indicaron que es complicado ingresar después de la tormenta.
Algunos animales se escaparon al no soportar el encierro; sin embargo, en otros casos dejaron libres sus animales pero al mismo tiempo amarrados en poste, piedra o albarrada.
JG