El parador ecoturístico El Corchito se prepara para recibir próximamente una alta afluencia de visitantes, ante la cercanía de las festividades por el Carnaval, que atrae a miles de personas al puerto que aprovechan su estancia para dirigirse a disfrutar de este lugar.
Con un promedio de 600 personas diarias, y fines de semana con más de 1,200 visitantes en sus temporadas altas, El Corchito tuvo un buen año 2024 ya que la afluencia de gente fue elevada, de acuerdo con lo que dieron a conocer los responsables del lugar, quienes mencionaron que en Semana Santa y en verano la asistencia es mayor, pues de por sí aumenta el flujo de visitantes a este puerto.
Este sitio ecoturístico recibe turistas de Yucatán, de varios estados de la República, e incluso de otras partes del mundo, que durante su paso por el puerto de Progreso disfrutan de la reserva ecológica, su flora, su fauna, así como de los ojos de agua presentes en el lugar. Entre semana, en períodos altos, el lugar presenta un promedio de 600 visitantes diarios, mientras que en fines de semana el número asciende hasta 1,200 por día.
En períodos como el actual, en que se tienen bajas temperaturas por la presencia de frentes fríos, las visitas disminuyen considerablemente, pues reciben apenas a unas cuántas decenas de personas al día que disfrutan de la naturaleza del lugar, pues nadie quiere darse un chapuzón en los ojos de agua, precisamente por el clima fresco que impera en estos meses.
Los trabajadores de El Corchito explicaron que en estos períodos de baja afluencia se aprovecha para llevar a cabo trabajos de reparación y mantenimiento del lugar, se limpian los sitios que así lo requieran y se desarrollan acciones para seguir preservando el medio ambiente en este conocido espacio, todo lo cual se suma a los mecanismos que se ejecutan cuando hay alta demanda de ingreso al lugar, ya que en esas temporadas se aplican diversas estrategias de seguridad para los visitantes y para la propia reserva.
A través de ello se implementan planes de emergencia en caso de algún incidente, contándose con servicios de primeros auxilios y ambulancia en el lugar, así como los ya permanentes accesos controlados a fin de reducir el impacto de la gente sobre el ecosistema, que podría ser afectado fácilmente por el número de personas que llegan en las temporadas fuertes.
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Entre los planes de cuidado al ambiente y por seguridad del turista, se tiene prohibido el acceso al sitio a las personas que lleven alimentos, y se les pide dejarlos antes de ingresar. Con ello se busca reducir la interacción de los visitantes con los animales originarios del ecosistema, quienes en su calidad de estado salvaje podrían ser peligrosos para la gente en caso de detectar que llevan comida, o podrían ser víctimas de algún tipo de maltrato y daño a su sistema digestivo al ingerir productos a los cuales no están acostumbrados.
Finalmente, los trabajadores del lugar señalaron que la temporada de fin de año del 2024 y en este arranque del 2025, el sitio se encuentra tranquilo, pero sus labores no se detienen, atendiendo a aquellos que desean ingresar para disfrutarlo como reserva ecológica, pero también se llevan a cabo todos los trabajos para recibir en las mejores condiciones posibles a todos los que llegarán en las próximas etapas de alta afluencia, exhortándose también a que todos los visitantes cuiden este espacio.