El flujo de remesas hacia Yucatán muestra un crecimiento moderado, con un total de 118 millones 442 mil dólares recibidos entre julio y septiembre del 2024, un incremento marginal de 0.32 por ciento respecto al trimestre anterior.
Sin embargo, los datos más recientes del Banco de México (Banxico), del periodo julio-septiembre, reflejan una desaceleración en comparación con el aumento del 13.5 por ciento, registrado entre el primer y segundo trimestre del año. La actualización para el último periodo similar, es decir, octubre-diciembre no se publica sino hasta febrero de 2025.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, los municipios beneficiados con estas transferencias han disminuido, de 49 en el primer trimestre de 2024, pasaron a 46 en el segundo. Comunidades como Dzan, Bokobá y Homún, que anteriormente recibían montos importantes, pasaron tres meses sin recibir remesas, afectando a las familias que dependen de este ingreso.
A pesar de la ralentización, el acumulado de enero a septiembre de 2024 alcanzó los 340 millones 890 mil 720 dólares, un 4.75 por ciento más que en el mismo periodo del 2023. Sin embargo, esta tasa de crecimiento es inferior a la de años anteriores, reflejando una estabilización tras el repunte que tuvo su mayor impulso en 2020 y 2021, durante y después de la pandemia de COVID-19.
El periodo de abril a junio de 2024 marcó un hito histórico, con 118.19 millones de dólares enviados, superando al anterior récord de julio-septiembre de 2023, cuando se recibieron 117.22 millones de dólares. Por otro lado, el punto más bajo del sexenio ocurrió entre abril y junio de 2020, con apenas 46.78 millones de dólares, debido a la suspensión global de actividades por la pandemia.
La disminución de municipios que reciben remesas representa un desafío para comunidades como Dzan, Bokobá y Homún. Durante el primer trimestre de 2024, estas localidades recibieron 16 mil 366, 10 mil 639 y 508 dólares, respectivamente. Sin embargo, en el segundo trimestre no se reportaron ingresos, dejando a las familias locales en una situación vulnerable.
“La falta de remesas ha sido un golpe fuerte para nosotros. Dependemos mucho de ese ingreso para cubrir necesidades básicas”, comentó un habitante de Bokobá que prefirió mantenerse en el anonimato.
Yucatán sigue como uno de los estados con menor recepción de remesas en el país, ocupando el sexto lugar más bajo entre las 32 entidades. Solo supera a Baja California Sur (39.1 mdd), Campeche (45.2 mdd), Tabasco (102.6 mdd), Quintana Roo (108.4 mdd) y Tlaxcala (109.3 mdd).
En contraste, estados como Guanajuato (mil 493.7 mdd), Michoacán (mil 963.3 mdd) y Jalisco (mil 441.3 mdd) encabezan la lista de mayores receptores, destacando la profunda disparidad en la dependencia de las remesas entre regiones.
El informe del Banxico atribuye el leve incremento en las remesas a factores como la recuperación económica parcial en Estados Unidos y un tipo de cambio favorable para las familias mexicanas. Sin embargo, la desaceleración nacional, con una caída del 1.6 por ciento en octubre de 2024 respecto al mismo mes del año anterior, indica un enfriamiento en el crecimiento de los envíos promedio, que ahora rondan los 387 dólares.
A nivel nacional, las remesas alcanzaron los 5 mil 723 millones de dólares en octubre del 2024, derivadas de 14.8 millones de transacciones. El promedio de envío se redujo un 2.4 por ciento, lo que también se refleja en el caso de Yucatán, donde las familias reportan una menor capacidad de ahorro y consumo.
A pesar de las cifras alentadoras en acumulados anuales, el panorama para Yucatán plantea desafíos importantes. La reducción de municipios receptores y el menor ritmo de crecimiento evidencian la necesidad de diversificar fuentes de ingreso y fortalecer la economía local para depender menos de las remesas.
