Pescadores y trabajadores de marinas turísticas manifestaron que el riesgo de robos a embarcaciones durante la mitad de la veda del mero, como ha ocurrido de forma histórica en el puerto, serán perjudiciales para yates y embarcaciones de lujo.
A media temporada de veda del mero en la costa yucateca y debido a las bajas ganancias que deja la pesca de especies alternativas, los hombres de mar de Progreso, que prefirieron omitir sus nombres, comentaron que de no ser atendido el problema de hurtos con mayor vigilancia y seguridad por parte de las autoridades estatales y la Marina, las naves de recreo como yates y demás embarcaciones de lujo se verán en peligro ante la cercanía de las vacaciones de Semana Santa, ya que la actividad por parte de este tipo de barcos aumenta considerablemente.
Noticia Destacada
Yucatecos despiertan del sueño americano; Donald Trump trunca sus planes de migrar a Estados Unidos
Cabe señalar que, durante la temporada de Carnaval que detona uno de los períodos de mayor actividad turística en el municipio, al unirse la Cuaresma, Semana Santa y posteriormente verano, la actividad marítima con naves de recreo tiene un incremento exacerbado en toda la zona de Progreso, debido a los paseos organizados en esta clase de vehículos marítimos, que se extienden a días de captura en aguas profundas, momento en el cual se verían en riesgo de ser atacados por los denominados piratas de altamar.
Del mismo modo, trabajadores de marinas comerciales, que también prefirieron mantener el anonimato para no ver afectado su trabajo, comentaron su preocupación respecto al tema coincidiendo con el sector pesquero acerca del riesgo latente en la entidad respecto de esta situación, ya que este tipo de embarcaciones pueden ser presa fácil para los ladrones, representando además un punto del cual podrían obtener amplias ganancias en caso de atacarlas debido al costo que tienen en el mercado las piezas y accesorios de las naves.
Hasta el momento Progreso no ha registrado ningún robo de motores o lanchas, tampoco atracos en altamar en lo que va del 2025, pero el temor ante la constancia de este tipo de actos de forma anual en estas temporadas de veda deja intranquilos a los pescadores, quienes temen las salidas al mar e incluso a dejar sus naves atadas en los refugios pesqueros y en las playas.