Choca con un Peugeot, el cual derrapó, se subió parcialmente a la banqueta, hizo un
boquete a un muro y derribó el castillo de un predio; éste a su vez golpea un Matiz
La conductora de un Nissan Altima no respetó la señal de alto del cruzamiento de las calles 47 con 76 del primer cuadro de la ciudad y colisionó con un Peugeot, el cual derrapó, se subió parcialmente a la banqueta, hizo un boquete a un muro y derribó el castillo de un predio.
Claudia Molina manejaba, de Poniente a Oriente, sobre la calle 47, el Altima gris, con placas de circulación YZJ-462-B.
Al llegar a la intersección con la 76 bajó la velocidad de su unidad, pero no detuvo la marcha, invadió la arteria con preferencia y colisionó contra la parte trasera del costado derecho de un Toyota, también de color gris, con matrícula número YYE-260-C.
Por la fuerza del impacto el Peugeot derrapó se subió parcialmente a la banqueta, se estrelló contra un muro y dañó el castillo del predio número 455-Y-Bis de la calle 76, propiedad del señor Antonio Gómez.
Al auto se le abrieron las bolsas de aire y el chofer resultó ileso, lo mismo que la señora Claudia Molina; antes de que el Peugeot se trepara a la banqueta chocó a un Matiz, con placas DJF-564-I del Estado de Campeche, propiedad del señor Juan Luis Itzá Castillo, el cual estaba estacionado a un lado de la banqueta.
El sitio fue abanderado por tripulantes del carropatrulla 6054 de la Secretaría de Seguridad, quienes se encargaron de dirigir la circulación para evitar que se congestionara el tránsito, en virtud de que el Nissan quedó detenido a la mitad de la calle y el Peugeot sobre la baqueta.
No obstante que el cruzamiento está correctamente señalizado con sendos discos de alto, la conductora del Altima no aceptaba la responsabilidad; el representante de la compañía de Seguros y algunas personas, al parecer amigos o conocidos de la señora Molina, que acudieron al lugar del hecho, le demostraron que el cruzamiento es peligroso, los predios de las esquinas están protegidos con rieles de acero debido a los múltiples y frecuentes accidentes de transito y finalmente se resignó; la compañía de seguros se encargaría de pagar los daños causados y el problema de tránsito se resolvió en el lugar del accidente.
(Fernando Poó Hurtado)