ESCÁRCEGA, Campeche.- Ayer por la tarde sería sepultado “Gael”, el bebé que por una presunta negligencia médica falleció en el vientre de su madre, la joven Neri Esteban Gómez, originaria del ejido Don Samuel, a quien a pesar de tener ya 41 semanas de gestación se le programó el alumbramiento hasta el día 6 de enero, y eso provocó que al pasarse su tiempo muriera el producto dos días antes de que se percataran de ello.
Familiares de la mujer que se vio afectada por la presunta negligencia del ginecólogo Roberto P., a quien responsabilizan de la muerte del bebé, informaron que tras los trámites legales correspondientes deberían llegar a las cinco o seis de la tarde al ejido Don Samuel, del que son originarios, para darle cristiana sepultura.
Tras la muerte del nonato hay todo un historial de actos negligentes, ya que de acuerdo a lo que dijeron a los medios de comunicación, debió nacer el 24 de diciembre, y por esa razón la llevaron al Hospital General Dr. Janell Romero Aguilar para que la atendieran por medio de un parto normal, pero al acudir a la cita le dijeron que regresara hasta el 30 de ese mismo mes.
Punible negligencia
La mujer iba a ingresar a las 12 del mediodía para practicarle una cesárea el día 31, pero en esos momentos llegó el ginecólogo y llama la atención a los que la internaron, la da de alta y la cita para el día 6 de enero, a sabiendas que la mujer ya tenía 41 semanas de gestación, lo que derivó en que por no permitir que el bebé naciera el día 31, al día siguiente dejó de moverse en el vientre de Neri Esteban Gómez.
Al llegar al hospital Dr. Janell Romero Aguilar la trasladaron de urgencia al Hospital de Especialidades de Campeche, pero ya con el bebé muerto. El día 2 de enero le practicaron una cesárea para extraerle el bebé fallecido, y ayer tras realizar todos los trámites hospitalarios finalmente su cadáver era trasladado hasta la comunidad donde debía crecer.
De la mano de ello, familiares de la mujer han emprendido ya un largo proceso judicial para proceder contra la actuación del ginecólogo.
(Texto: Martín Contreras / Fotos: Especial)