Francisco Hernández Sánchez, de 42 años de edad, vecino de la calle 27-A del fraccionamiento Aquaparque, en septiembre pasado fue detenido por la policía, denunciado por violación y violencia intrafamiliar, fue vinculado a proceso, le colocaron un dispositivo electrónico y le dieron una orden de restricción, pero continúa acosando a su víctima.
El problema inició porque Hernández Sánchez fue descubierto en una infidelidad por su cónyuge, con quien está casado desde hace 8 años, procrearon tres niñas que actualmente tienen 7, 6 y 4 años de edad.
El sujeto deseaba continuar teniendo intimidad con su cónyuge como si nada hubiera pasado y como la mujer se negó a tener sexo, la golpeó salvajemente y la trató de ahorcar, debido al escándalo alguien llamó a la policía y Hernández Sánchez fue detenido.
La agraviada acudió a la Fiscalía General del Estado e interpuso la denuncia 144/2019 en la Agencia del Ministerio Publico Especializada en Delitos Sexuales por violación y violencia intrafamiliar, y el 25 de septiembre en el Juzgado Segundo fue vinculado a proceso.
La afectada le otorgó el perdón por la violación, pero como puso en peligro su vida procedió la violencia intrafamiliar y le colocaron un dispositivo electrónico, y una orden de restricción que le impedía acercarse a menos de 100 metros de su víctima o del domicilio donde habita.
Sin embargo, Francisco Hernández continua acosando a la señora, le manda mensajes acusándola de prostituta, le dice que la dueña de la tienda “Gaby”, ubicada en la esquina, le informa que todos los días la van a visitar diferentes hombres, que es un desfile de automóviles de sus amantes, que daría su vida por ella y como no le responde se molesta.
Un día la amenazó de muerte y al siguiente le pidió que regrese con él, que la extraña y que la necesita, pero como no accede a sus pretensiones se molesta y entonces la amenaza, la espía y la observa desde lejos, le pide que le permita regresar, pero no paga la manutención de sus hijas y no deja en paz a su ex mujer, que tiene temor de que cumpla sus amenazas.
(Fernando Poó Hurtado)