Velador fallece de un infarto

Falleció el señor Rigoberto Bacab Iuit, tenía 36 años y era velador de un taller mecánico automotriz, ubicado en la colonia El Roble Agrícola IV; el sujeto se metió a la cabina de una camioneta para descansar y finalmente murió ahí, aparentemente a consecuencia de un infarto fulminante; el cuerpo fue descubierto por una hija del difunto, quien le dijo a su mamá que su papá estaba dormido.

La señora Reina Bolio Cab, ahora viuda de Bacab, vecina de la colonia Emiliano Zapata Oriente, manifestó que el viernes pasado, alrededor de las 19:00 horas, intentó comunicarse con su cónyuge, agregó que marcó varias veces a su celular, pero no le contestó.

Ayer sábado, al mediodía, la mujer decidió ir a buscarlo en compañía de sus dos hijas, de 9 y 7 años de edad, al taller donde laboraba como velador el señor Rigoberto, que está ubicado en la calle 34 con 67 en la colonia El Roble Agrícola IV.

El lugar es un taller de grandes dimensiones, donde se encontraba un número considerable de tractocamiones en reparación.

La señora le indicó a la niña de 9 años que fuera en busca de su papá, la menor encontró a su progenitor recostado en el interior de la cabina de una camioneta Dodge, placas SZ-0432-A de Q. Roo, que estaba en reparación, pero como no le contestó al llamarlo le fue a decir a su mamá que estaba dormido; finalmente la mujer fue a verlo y descubrió que estaba muerto.

Uno de los mecánicos dio aviso a las autoridades a través del número de emergencias 911, poco después arribó al taller el carro-patrulla 8004 de la Secretaría de Seguridad Pública, al mando del oficial Albert Castillo Pool, perito de tránsito terrestre de dicha corporación, el primer respondiente; seguidamente arribó el paramédico Jaziel Zapata, a bordo de una camioneta de mando de la Dirección de Siniestros y Rescate, y detrás la ambulancia 21-I de dicha corporación; los paramédicos constaron que el señor Rigoberto no tenía signos vitales.

En el lugar se encontraban la patrulla 6078 y los carro-patrullas 8010 y 6050 de la SSP, los uniformados acordonaron la entrada del taller con una cinta amarilla, en espera del arribo de la brigada de la Fiscalía General del Estado, integrada por un representante del Ministerio Público, los peritos de Servicios Periciales y el personal del Servicio Médico Forense que se encargaría del levantamiento del cuerpo y su traslado al depósito de cadáveres para la necropsia de ley.

(Fernando Poó / Darvin Canché)