Ciudad del Carmen se encuentra sumido en un momento de violencia en todo su esplendor, sin que las autoridades den resultados a favor de los ciudadanos; ejecuciones, riñas por el poder de zonas y robos con violencia, son el pan de cada día.
A pesar de que según las autoridades estatales la seguridad de los campechanos y sobre todos de los Carmelitas estaría completa, pues no afectaría el retiro de cerca de 50 patrullas por la empresa Servicios Arrendadora S.A de C.V, la verdad es muy diferente.
En tan solo 15 días de lo que va del mes de julio, dos personas han sido ejecutadas en diferentes colonias de Ciudad del Carmen y otras dos han resultado gravemente lesionadas, sin que hasta el momento se tengan personas aseguradas por dichos crímenes.
El 11 de julio un motociclista fue ejecutado mientras conducía su unidad sobre el malecón de la Caleta de la colonia Obrera, según testigos una segunda moto se le emparejó y disparó a quemarropa en contra del guiador de la primera unidad y su acompañante.
Resultó muerto solo el hombre, mientras la mujer fue trasladada de emergencia al hospital general con dos impactos de bala en la pierna, poniendo en riesgo su vida.
El 16 de julio un hecho violento más se registró, esta vez en el fraccionamiento Villa de Santa Ana un hombre recibió un impacto de bala mientras caminaba por la madrugada sobre la avenida Periférica.
Fue trasladado por un taxista hasta el hospital general de la Isla donde fue intervenido quirúrgicamente debido a su lesión en la pierna, según las declaraciones un par de motociclistas lo atacó sin quitarle nada.
Mientras que el pasado lunes dos sujetos en moto realizaron disparos desde la calle al interior de un predio en la colonia Belisario Domínguez, hiriendo de 6 tiros a una mujer que horas después perdió la vida a causa de las heridas.
La ciudadanía se mantiene inerte ante estos casos ya que la seguridad del municipio no la tiene nadie, el pleito por el cobro de piso se ha venido a la alza, registrándose los últimos casos en la colonia Renovación Primera Sección donde las riñas entre comerciantes, delincuentes y policías se han dejado ver.
(Texto y fotos: Brayan Zavala)