Dos vecinos de San Pedro Nohpat, Kanasín, rompieron el candado de la puerta de una casa que se estaba incendiando y salvaron a cuatro niños de morir quemados o asfixiados por el humo.
Una señora de 24 años de edad, madre de 4 hijos, de 6, 5, 4 y 2 años de edad, con domicilio en el predio número 438-C de la calle 4-C por 23-E del citado fraccionamiento, ayer martes por la mañana salió a comprar a la tienda de la esquina y, como muchas madres acostumbran, por seguridad dejó a sus hijos encerrados con candado para evitar que hicieran de las suyas.
Resulta que uno de los hijos del señor Angel Emmanuel Carballo Cetz, vecino de dicha arteria, le avisó a su progenitor que estaba saliendo humo de la casa de su vecina.
Carballo Cetz salió a ver qué estaba pasando y se encontró que otro vecino, identificado sólo como Marcos, conocido como “Macoi”, estaba tratando de romper con un pico de albañil el candado de la puerta de la casa, que se estaba incendiando.
Entre los dos lograron romper el candado, abrieron la puerta y rescataron a cuatro niños, posteriormente rompieron los cristales de una ventana para que saliera el humo y sofocaron el fuego.
En esas estaban cuando arribó la patrulla 1248 de la Policía Municipal de Kanasín, al mando del oficial Marco Aurelio Baas Can, los uniformados se unieron a los vecinos y solicitaron una ambulancia porque los menores estaban intoxicados.
Poco después llegó la ambulancia 070 de la Policía Municipal de Kanasín e instantes luego, a manera de apoyo, los tripulantes de la patrulla 1256 de dicha corporación.
Posteriormente llegó el carro-bomba 861 de la Dirección de Siniestros y Rescate de la Secretaría de Seguridad Pública, pero el fuego ya había sido sofocado.
Los paramédicos valoraron a los menores y los trasladaron al Hospital General Agustín O´Horán, en compañía de su progenitora, Guadalupe Casanova, y de sus hermanos.
Cabe destacar que cuando los vecinos entraron a la casa siniestrada uno de los niños tenía un encendedor en la mano, con el que estaba jugando.
Sin embargo, las manchas en el techo y en las paredes indican que el fuego inició en el árbol de Navidad y no se descarta que un cortocircuito haya sido la causa, afortunadamente los vecinos se percataron a tiempo del incendio y sofocaron el fuego, que alcanzó a quemar el costado de un mueble que estaba repleto de pares de zapatos, pero las llamas no se propagaron; el humo manchó el techo y las paredes.
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(Fernando Poó / Darvin Canché)