Un paciente del Hospital General Agustín O’Horán que fue ingresado el jueves pasado por causar disturbios y estando hospitalizado intentó suicidarse, se escapó y llego hasta la puerta que da a la avenida Itzaes en donde fue interceptado por los agentes de la Guardia Nacional, los vigilantes del nosocomio intentaron someterlo por la fuerza y mostraron su incapacidad.
Se trataba de José Rafael G.D., de 30 años de edad, quien relato que es adicto a los enervantes y que en horas de la madrugada del jueves pasado tuvo una confrontación con los narcomenudistas de la colonia Mayapán, quienes armados con machetes lo perseguían para ultimarlo.
Agregó que para salvar la vida levanto una roca con la que rompió un cristal de un Oxxo, y que una vez en el interior bloqueó la puerta de la entrada con un anaquel bloque la puerta de la entrada pero entraron los policías y lo detuvieron, además de que cuando rompió el cristal se cortó el antebrazo derecho, señaló que se encontraba intoxicado y fue trasladado al Hospital, indicó que trato de suicidarse infringiéndose una herida en el cuello, pero lo salvaron, le suturaron la herida y desde entonces lo mantenían sujeto a la cama y sedado, al parecer no interpusieron la denuncia por los daños causados a la tienda de conveniencia y le retiraron la custodia policiaca.
Hasta este lunes que logró escapar pero como únicamente vestía bóxer y la bata del hospital logró llegar hasta la entrada al hospital ubicada avenida Itzaes en donde fue interceptado por los agentes de la Guardia Nacional que custodian el nosocomio, quienes lo retuvieron.
Cuando estaba sentado en el borde de una jardinera era entrevistado salió el señor Alberto Peraza Sosa, jefe de enfermeros de urgencias del hospital, quien le indicó que tenía que entrar al nosocomio por su ropa y para que firmara su alta, logro convencerlo pero cuando se dirigían a la parte trasera del hospital, se escabullo y regreso hasta la reja del hospital diciendo que lo iban a sedar y lo mantendrían en el hospital, tres vigilantes trataron de someterlo por la fuerza, pero mostraron la falta de capacidad y entrenamiento, se aferraba a la reja y decía que le llevaran su ropa para poder retirase, finalmente le llevaron una camisa, un pantalón firmo el alta y le permitieron retirarse.
Por Fernando Poó Hurtado