Un hombre de 32 años de edad, vecino de la colonia El Roble Agrícola, en el Sur de Mérida, se ahorcó en su vivienda y alargó la lista de suicidios a 22 en lo que va del año, de los cuales seis han ocurrido en febrero; de ese total 18 son hombres y cuatro mujeres.
En la sección municipios se da cuenta de otra muerte autoinflingida, el de una joven de 18 años de edad, que se ahorcó en la población de Tixpéhual. En el hecho de ayer, el cadáver del difunto fue encontrado por su madre, quien solicitó ayuda a través de los números de emergencia. Sin embargo, los paramédicos sólo pudieron corroborar el deceso y dieron parte a las autoridades competentes.
Acudieron los agentes de la Policía Estatal de Investigación, quienes hablaron con la madre del ahora fallecido y algunos vecinos. Los peritos de Criminalística y Servicios Periciales del Instituto de Ciencias Forenses revisaron el cuerpo para constatar que no tuviera lesiones visibles o signos de violencia.
El representante del Ministerio Público dio fe del deceso y personal del Servicio Médico Forense (Semefo) se encargó de las diligencias para realizar el levantamiento del cadáver y trasladarlo a sus instalaciones para la autopsia de ley.
Según algunos de los vecinos, Lupe, como se le conocía al ahora fallecido, era tranquilo, pasaba mucho tiempo sentado en la puerta de su domicilio y de vez en cuando se tomaba una cerveza. Aclararon que no era afecto a las bebidas alcohólicas, por lo que se dijeron sorprendidos de que haya tomado esa fatal decisión porque aparentemente no tenía problemas. Compartía el domicilio con su progenitora y una hermana menor; el padre falleció hace tiempo y sus dos hermanos formaron sus propias familias.
Muerto en la Bojórquez
Una persona de edad avanzada, quien habitaba en un predio sin número de la calle 114 con 59-LL de la colonia Bojórquez, en el Poniente de la ciudad, murió en un predio abandonado donde habitaba.
Según Rubén Tec, acudió a llamar a su amigo, con quien labora como acomodador de vehículos en inmediaciones del Hospital Psiquiátrico. Sin embargo, al no obtener respuesta ingresó y lo vio tirado entre los cartones que tenía acumulados. Como no se movía pidió ayuda a los vecinos y uno de éstos, a su vez, solicitó auxilio, a través de los números de emergencia.
Al frente de la vivienda hay montones de botellas, trapos, plásticos y chatarra; tiene reja, pero carece de puerta, aunque hay otro enverjado por donde se podía ver el interior de la casa. Por allí es donde podía verse el cuerpo en el suelo en una posición poco común, lo que hacía pensar que se había caído.
Acudió una ambulancia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), pero los paramédicos ya no tenían nada que hacer, pues el cuerpo, según dijeron, ya estaba rígido, señal de que llevaba horas de fallecido.
También arribó después una patrulla de la misma corporación policiaca, el responsable de la unidad delimitó el predio con una cinta amarilla y solicitó la presencia de las autoridades competentes.
Luego hicieron acto de presencia agentes de la Policía Estatal de Investigación, averiguaron entre los vecinos y salió a relucir que el hombre no tenía parientes, vivía solo. En el domicilio no encontraron documento alguno para determinar su identidad; los peritos de Criminalística y Servicios Periciales del instituto de Ciencias Forenses de la Fiscalía General del Estado (FGE) cumplieron con el protocolo y fotografiaron la posición en la que quedó el cadáver, así como el interior de la vivienda.
Después de que un representante del Ministerio Público dio fe del fallecimiento, el personal del Servicio Médico Forense (Semefo) se encargó del levantamiento del cuerpo y su traslado al depósito de cadáveres para la necropsia de ley.
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JG