Los accidentes automovilísticos no estuvieron exentos durante este martes, sobre todo en las zonas habitacionales del puerto de Progreso donde los habitantes admiten que han aumentado estos incidentes con la cantidad de visitantes que ahora tiene el municipio.
El primer percance del día se registró a las 11 de la mañana cuando don Luciano Ku Aban de 68 años de edad, a paso lento a través de la calle 35 se disponía a acudir rumbo a la chicharronería “Kantún” para comprar su desayuno; sin embargo, en el cruzamiento con la calle 94, por razones que desconoce, perdió el control de su bicicleta.
Como consecuencia, el abuelito acabó tumbado boca arriba y a tan solo escasos dos metros del establecimiento al cual iba a entrar, causando que varios clientes procedieran a ayudarlo, ya que el pavimento caliente comenzó a provocarle quemaduras en el cuerpo.
Aparte de ello, se llevó un golpe en la espalda que casi hace llorar al sexagenario, pues esto le impidió poder pararse, por lo que fue trasladado a la espalda para que sea recostado bajo un cartón que le otorgó otro establecimiento comercial de la colonia “Canul Reyes”.
A la brevedad acudió la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, así como también la Cruz Roja delegación Progreso para otorgarle primeros auxilios al sexagenario, que seguí quejándose de dolor, sobre todo en el área lumbar y el área de las costillas.
Lo único que sí tomó por sorpresa a los socorristas, fue que el afectado tenía alta la presión a causa del susto que se llevó tras derrapar en su medio de transporte, por lo que se procedió a estabilizar el organismo del abuelito hasta que no hubo peligro de por medio.
El incidente lo lamentó el conjunto vecinal y testigos que vieron el incidente, pues el adulto mayor es ampliamente conocido en ese rumbo. Parte del relato que otorgó el agraviado a las autoridades, es que lamentó no haber podido culminar su rutina. La caída, asegura que fue por una distracción al sentirse cansado mientras pedaleaba en la vía pública.
A pesar de que un traslado al hospital era lo mejor para el abuelito, al final aparecieron un par de jóvenes a bordo de una camioneta Nissan dedicada al traslado de refrescos de conocida marca mundial, para llevarse al agraviado, quien poco a poco pudo mantenerse en pie para subir al vehículo motorizado que también se encargó de llevarse su bicicleta.
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GC