Una pelea entre cuatro meseras del bar “Los Almendros”, ubicado en la calle 23 entre 16 y 18 del municipio de Kinchil, saldó algunos lesionados, incluido el encargado del establecimiento.
Los hechos ocurrieron al término de la jornada laboral, cuando una discusión entre las empleadas se salió de control y se convirtió en una violenta confrontación.
Todo comenzó como una disputa verbal, pero se intensificó con el uso de botellas, sillas y un objeto punzocortante. Dos de las meseras se enfrascaron en una pelea con las otras, hasta que una de ellas agredió al propietario con una botella de vidrio rota, a quien le ocasionó una cortadura en el brazo izquierdo.
El incidente ocasionó que tanto las trabajadoras como el dueño del bar fueran trasladados en un camión de redillas al consultorio médico 24/7 ubicado en los bajos del Palacio Municipal de Kinchil. Allí fueron atendidos por personal médico y paramédicos que evaluaron sus lesiones.
Entre los afectados estuvo una empleada que perdió tres dientes y sufrió una laceración en el labio, presuntamente causada por un golpe con un vaso durante la refriega. Tanto ella como el propietario, vecino de Mérida, manifestaron que presentarían denuncias por las lesiones sufridas ante la Fiscalía General del Estado (FGE) con sede en Hunucmá.
El bar “Los Almendros” es reconocido en la comunidad por su ambiente y servicio, pero este incidente ha generado preocupación entre los habitantes locales sobre la seguridad en el establecimiento. Se espera que las autoridades competentes inicien las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades pertinentes.
Clausuran una cantina
En enero del 2021, en ese mismo municipio fue clausurado el bar “Venado” por policías municipales por excederse en el horario. El gusto les duró poco a los parroquianos, ya que alguien hizo el reporte que aunque las puertas del local estaban cerradas, adentro había gente que ingería bebidas y haciendo ruido.
El establecimiento se ubica en la calle 18 entre 13 y 15 de esa población, donde llegaron policías que llamaron a la puerta y salió una mujer que dijo ser la encargada del bar, quien mencionó que no pasaba nada.
Comentó que eran las meseras que limpiaban el lugar, motivo por el cual se escuchaba mucho ruido, pero la respuesta no convenció a los agentes, que pidieron entrar al lugar.
Descubrieron que tres clientes continuaban embriagándose, así que los retiraron, en tanto que la encargada pagó los platos rotos del caso. Los uniformados retuvieron la documentación del bar, que fue turnado a las autoridades correspondientes para las sanciones por trabajar fuera de su horario.
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Llevados a la Comandancia
Anteriormente, el 2 de abril del 2017, en esa misma comunidad mordida de pierna, jalada de pelos, trompadas y hasta pellizcada de seños fue el resultado de un pleito entre dos meseras.
El enfrentamiento ocurrió en el bar “La Envidia”, ubicado en la calle 23 entre 20 y 22. La versión que circuló fue que una tabasqueña, identificada como Dulce María López, alias “Karla”, sacó su celular para tomarle una fotito a “Paloma”, quien atendía un parroquiano
Al parecer, la segunda es casada y su esposo no sabe del oficio que ejerce, así que le reclamó a su compañera al acabar la jornada. En medio de los dimes y diretes pasaron de las palabras a los golpes en la vía pública. Ambas acabaron en la Comandancia policiaca para el deslinde de responsabilidades.
GC
