Momentos de desesperación se vivieron en el municipio de Chocholá cuando un niño de tres años de edad estuvo al borde de la muerte al caer accidentalmente en una piscina. La rápida reacción de su madre y la intervención de los técnicos en urgencias médicas evitaron que ocurriera una tragedia.
El incidente ocurrió en un domicilio ubicado en la calle 16 entre 17 y 19, donde E.M.P.H., de 21 años de edad, estaba en una reunión cuando se suscitó el hecho. Según relatos de testigos, la mujer cerró la puerta del patio para evitar que el niño saliera, pero alguien la abrió, así que el menor se acercó inadvertidamente a la piscina.
Al percatarse de la ausencia de su hijo, la madre salió al patio y vio al niño flotar inconsciente en el agua. Se lanzó a la piscina y lo sacó, en tanto que otros presentes solicitaron la presencia de las asistencias médicas a través de los números de emergencia.
Los paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) llegaron y mediante maniobras de reanimación lograron estabilizar al menor, quien fue trasladado de inmediato a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del municipio de Umán para recibir atención médica especializada.
Hecho fatal anterior
El 3 de abril pasado, en ese mismo municipio un niño de seis años de edad perdió la vida tras ahogarse en una de las piscinas del cenote San Ignacio, cuando acudió con su abuela para festejar su cumpleaños.
Tras el reporte arribaron técnicos en urgencias médicas en una ambulancia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y agentes de la Policía Municipal de Chocholá. Hicieron lo mismo representantes de la Fiscalía General del Estado (FGE) para iniciar las indagatorias.
Se supo que el menor y su abuela acudieron, procedentes de la colonia El Roble de Mérida, al cenote, pero ante un descuido de sus familiares el menor desapareció, empezaron a buscarlo, hasta que lo encontraron inconsciente en el chapoteadero del lugar, que cuenta con cenote.
Lo sacaron del agua, trataron de darle los primeros auxilios y solicitaron ayuda a los servicios de emergencia. Acudieron paramédicos, quienes trataron de reanimar al menor, pero no lo consiguieron.
El cenote San Ignacio, ubicado en la calle 23 con 26, es un complejo ecoturístico, no sólo es un cuerpo de agua profunda, sino que además cuenta con un restaurante, piscinas y un hotel.
También se dio parte a la Fiscalía General del Estado (FGE) y se esperaba el arribo del Servicio Médico Forense (SEMEFO) para trasladar el cuerpo para la autopsia y las investigaciones correspondientes a la ley.
Una mujer, de 28 años, tía del menor fallecido, contó que llegó al lugar con otros familiares y por un descuido el niño, identificado como Eduardo Ricardo V.C., de seis años se metió a una piscina.
Más tarde, sus familiares lo encontraron flotando, lo sacaron del agua y solicitaron auxilio. Llegaron elementos de la Policía Municipal de Chocholá, así como ambulancias y paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Uno de los paramédicos atendió al menor, pero después de valorarlo y aplicar técnicas de RCP (Reanimación Cardiopulmonar) indicó que no contaba con signos vitales. Se hizo el reporte a la Fiscalía y Servicio Médico Forense para el levantamiento del cuerpo.
El balneario fue asegurado por los elementos de la Policía Municipal, en espera de la llegada del personal de la Fiscalía General del Estado.
GC
