La educación en línea no es fácil para todos porque a pesar de haber distintos medios para acceder a las clases, la cuestión económica es una de las barreras por las que muchos infantes emplean su tiempo en otras actividades, mientras que su educación se estanca como consecuencia de la pandemia.
El coronavirus causó confinamiento general pues no respeta edad ni géneros, esto provocó que se suspendieran las clases presenciales en todos los niveles y entidades de la República Mexicana, ahora la mayoría de los trámites, servicios y educación se realizan a través del servicio de internet.
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Los más afectados resultaron los habitantes de comunidades donde los servicios de comunicación son escasos o no llegan, esto complica la situación de los educandos y provoca que dediquen su tiempo a otras acciones o labores del hogar.
No es lo mismo para todos, muchos quieren continuar la escuela para mejorar su educación y en un futuro ser profesionistas, pero lamentablemente la situación no es igual para todos, algunos han empleado su tiempo en labores domésticas para ayudar a mamá y papá en el quehacer de todos los días, por ello dejan en segundo término las clases virtuales.
Todavía no se ha dado a conocer por parte de las autoridades la cantidad de niños que se encuentran sin estudiar, o si alguno lo ha dejado ante las carencias económicas que atraviesan en sus hogares.
Hay comunidades que permanecen más rezagadas y se puede observar la cantidad de menores que juegan en las calles o ayudan a sus padres en otras labores.
Es necesario aplicar otros métodos para llevar la enseñanza a los niños que carecen de un medio de comunicación que les permita acceder a la educación virtual.
Por Jorge Aké