Durante los tres días que dura la celebración de los finados, fue poca la gente que asistió al cementerio municipal, ya que en su gran mayoría prefirió colocar altares en sus casas para recordar a sus seres queridos por las restricciones sanitarias por la pandemia, hecho que se reflejó principalmente en el camposanto donde se instalaron filtros sanitarios, incluso la policía municipal se encargaba de que se cumplieran las medidas.
De acuerdo a información recabada, el sábado la gente llegaba entre dos y seis personas cada hora, el domingo la cantidad se duplicó y ayer, a las 10:00 horas, se encontraban ocho personas en el camposanto, pero la cantidad aumentó más tarde, cuando concluyeron las misas.
Fue común observar tumbas remozadas, pintadas, rotuladas y con flores frescas, lo que daba cuenta de que las familias siguen recordando a sus difuntos, pues también había veladoras encendidas y gente que oraba frente a las tumbas.
Gabriela Guadalupe Moo Poot acudió junto con un familiar a visitar el cementerio, lo hizo con apego a las medidas de mitigación implementadas por el Sector Salud (SSa). Agregó que en el cementerio reposan los restos de su hermanita, tíos y abuelos, por ello se lleva flores, agua y veladoras, para recordarlos, y en su casa el sábado colocaron los altares. El domingo hicieron pibipollos y ayer hubo rezo, aunque no se realizaron misas en el cementerio y ello evitó la aglomeración de gente.
El mercado municipal registró poca gente y al igual que los dos días anteriores personal del municipio vigilaba para ofrecer gel y lavado de manos antes de entrar al recinto.
En Ich-Ek, como parte de la tradición, en las comunidades rurales acostumbran recordar a los difuntos con alimentos, comidas y bebidas que se colocan en los altares.
Oraciones, letanías y misterios son traídos al momento para el rosario y en la cual se nombran uno a uno a aquellos que se nos han adelantado en el viaje sin retorno. Tal es el caso de la familia Peralta Tzec, quien entre otros recordó a Miguel Pinto Sosa, fundador de la comunidad y al que fue luchador social: William Peralta Pinto.
Por Jorge Uc