La educación desde casa se ha vuelto un reto para los padres de familia durante la pandemia, principalmente para las colonias marginadas que no cuentan con servicio de Internet o sufren fallas constantes del sistema eléctrico.
En el asentamiento irregular Arroyo de los Franceses, paterfamilias comparten lo difícil que es continuar con las clases en línea de sus hijos, debido a los constantes desperfectos en su conexión y el incremento de los gastos.
“La verdad, continuar con la educación ha sido complicado, tenemos que estar más al pendiente, aunado a las labores del hogar y las personas que también laboran”, mencionó Maura Correa.
Lo preocupante, dijo, es que los profesores solicitan la tarea y deben imprimir un cuadernillo cuyo costo se desprende de la precaria economía; asimismo debido a la celebración del Día de Muertos, también solicitaron que colocaran un altar para los Fieles Difuntos en el fin de conservar las tradiciones alusivas.
La entrevistada refirió que las instituciones no toman en cuenta los escasos recursos con los que subsisten, lo que constituye una limitante para acceder a las herramientas tecnológicas requeridas.
“Nos piden imprimir de tres a cuatro hojas para enviar las tareas, esto es más trabajo para las personas que no tienen tiempo o no cuentan con la solvencia es un problema; actualmente debemos desempeñarnos como maestra, ama de casa, atender el negocio, incluso hay niños que ya no pudieron iniciar el nuevo ciclo escolar”, agregó.
Carencias
Finalmente, narró que en las zonas marginadas no llega la red ni tampoco televisión; eso impide que alumnos tengan acceso a clases virtuales, situación que se recrudece en este nuevo año escolar.
Por Irene Barradas