En tanto que el río Palizada continúa con lento descenso, comienzan a surgir los caminos de acceso a las comunidades que se inundaron, pero se encuentren en pésimo estado, llenos de lodo y lama, lo que pone en riesgo a las personas que los utilizan, comentaron Francisco López y Manuel Antonio Guzmán.
Coinciden en que es necesario dar atención a toda la zona rural luego de la creciente porque el problema con las brechas apenas comienza, y mientras tanto se ven forzados a caminar entre el barro.
Opinaron que es necesario un programa de colocación de sacos con arena que esté a cargo de Protección Civil, pero sobre todo que las autoridades realicen recorridos de inspección para que verifiquen el mal estado de la mayoría de los caminos y brechas del territorio.
Señalaron que hay unas zonas más problemáticas que otras, puesto que las familias que viven del otro lado del río son las que más reportan afectaciones, mientras que quienes están asentados cerca de la carretera, señalan que la carpeta asfáltica está llena de baches luego de la temporada de lluvias y ciclones.
El par de paliceños abundó que el Sector Salud debe planear una campaña de fumigación para todas las comunidades, ya que los remanentes de agua encharcada son criaderos de mosquitos, y por este motivo ha comenzado a surgir una plaga de insectos que ataca a todas horas del día, lo que podría resultar en un brote de dengue.