Entre 25 a 30 toneladas de diversas especies marinas juveniles han sido destruidas de forma drástica en los canales artesanales dirigidos al mar, con el objetivo de capturar mediante bolsas de malla camarón en el humedal Tres Brazos, situado en Atasta Pueblo.
Así lo expuso el fundador de Movimiento Alterno para la Recuperación de Ecosistemas Afectados “Azul” (Marea Azul), Marco Antonio Rodríguez Vadillo.
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De acuerdo con el ambientalista, por las noches los pescadores instalan de 25 a 30 paños denominados “bolsos” en la desembocadura de los arroyos artificiales, para obtener capturas de alrededor de 100 kilogramos de crustáceo, sin importarles que en cada red queden atrapados entre 800 a 1000 kilogramos de fauna marina de otros tipos.
Además, por la apertura de estos canales hechos por unas cuantas personas y actores políticos, el ecosistema de Atasta ha incrementado un promedio que antes era de seis a siete partes de sal de aguas estuarinas, a uno actual de 35 a 40 partes de sal, más allá de lo marino.
Riesgo letal
Esto se debe a que “al evaporarse el agua traída de otras partes se ocasiona un proceso acelerado de salinización en todas las camperías donde beben las reses, lo cual genera mortandad en el ganado al quedarse sin alimento debido a la sequía de los pastos; todo esto, aparte del exterminio de especies marinas juveniles, describió Rodríguez.
Por eso, ante el ecocidio imparable, Marea-Azul envió a las autoridades correspondientes propuestas para la conservación de Tres Brazos, que es un área ecológica importante y de relevancia socioeconómica para el estado, el municipio y la región.
El humedal se encuentra dentro del perímetro del Área Natural de Protección de Flora y Fauna, Laguna de Términos (ANPFFLT) de interés internacional, o sitio Ramsar, uno de los 10 sitios prioritarios para la conservación.
Según el ANPFFLT, las zonas acuícolas se distribuyen en la región de los sistemas estuarinos de Sabancuy, Península de Atasta, los sistemas lagunares Pom-Atasta, Laguna Dulce, Laguna del Cometa, así como las regiones de Tres Brazos y el Tucuyal.
Las amenazas, según el Objeto de Conservación Sociambiental (OCSA) son: aumento del nivel del mar, la proliferación y establecimiento de especies exóticas invasoras y el incremento en la intensidad y frecuencia de inundaciones.
Lucro
Desafortunadamente hay personas, entre la que se encuentran políticos, que amenazan el humedal por la alteración de su hidrodinámica, armonía y equilibrio debido a la construcción de caminos rurales, lo que altera sus actuales condiciones naturales al reducir el tiempo de aguaje mediante la construcción de canales artesanales de flujos inducidos hacia el mar, en donde colocan mallas durante cuatro meses para capturar de noche volúmenes de camarón.
“Entre las especies que se pierden en las redes de los pescadores, se encuentran, jaibas, cherna, sábalo, pargo, robalo, mojarra castarrica, tenguayaca, paleta, mojarra blanca, entre otras, con un impacto negativo a la actividad pesquera ribereña, de altura y deportiva”, señaló el ambientalista.
Amenaza
Luego, al cambiar las condiciones ecológicas de la zona se afecta la pesca, la ganadería y toda la economía de la región, algo que se ve en la actualidad con los jagüeyes que ya se encuentran salinizados y existe el temor a que se salinicen los pozos de agua de la ciudad y empiecen a sufrirse un problema muy serio de desabasto en la Península.
Por eso, para los ambientalistas y habitantes de las comunidades de la Península de Atasta, esto es un foco rojo y amerita la defensa del medio ambiente y especies prioritarias.
“Conjuntamente, con la introducción de agua de mar en época de nortes, se permitía que las condiciones de población de los manglares de la zona fueran buenas y benéficas para los organismos marinos refugiados entre las raíces y pastos, en la mayoría postlarvas de camarón y juveniles de jaiba y alevines.
Pero con los canales artificiales hechos por el hombre para la pesca arbitraria, cambiaron las condiciones de los flujos de agua y dio inicio la aniquilación de las especies juveniles marinas”, aseguró.
Por Fernando Kantún