A un precio muy elevado, el ecosistema seguirá subsidiando los requerimientos económicos del estado; primero fue el petróleo y ahora será el Tren Maya, proyecto que quiérase o no propiciará un impacto negativo en la naturaleza, por lo que es urgente una estrategia de mitigación y ésta debe darse a conocer, declaró el ecologista Marco Antonio Rodríguez Vadillo, integrante del Grupo Ecologista Marea Azul.
Si el gobierno y los grandes corporativos como el Grupo Carso están interesados en el sureste y en particular en la Península de Yucatán es porque aquí se encuentra una de las reservas bióticas, energéticas e hídricas más importantes del país, consideró el entrevistado.
Rodríguez Vadillo, quien también es miembro de la organización Red Manglar Internacional, consideró que a pesar de la oposición de grupos indígenas, científicos y políticos, es prácticamente un hecho que el Tren Maya será construido.
Sin embargo, consideró que el gobierno debe estar consciente de que “no se puede seguir echando mano en forma indiscriminada de los recursos naturales en pro de un modelo de desarrollo económico que comprobadamente sólo ha servido para fabricar ejércitos de pobres y enriquecer a unos cuantos”.
Expuso que el Municipio del Carmen enfrenta una tragedia ecológica y social como consecuencia de la explotación irracional e irresponsable de los yacimientos petroleros de la Sonda de Campeche.
“Pemex y las grandes firmas petroleras se asentaron en Carmen y, en complicidad con un gobierno negligente, propiciaron un deterioro ecológico que difícilmente será mitigado. Asimismo, otra de las herencias de la industria petrolera son los decenas de miles de familias pobres que malviven en los cinturones de pobreza existentes a lo largo y ancho de la isla”, expuso Rodríguez Vadillo.
El ingeniero bioquímico por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) refirió que hasta el momento no se han dado a conocer el plan o las medidas de mitigación para el Tren Maya y considero que, si existe ya una estrategia en ese sentido, ésta debe ser divulgada a la mayor brevedad posible.
Tampoco ha quedado clara la estrategia del gobierno para incluir a la población local -sobre todo a los pueblos originarios- con el proyecto, ya que la experiencia que se ha tenido, hasta el día de hoy es que lo único que el gran capital genera en los sitios donde se asienta son: exclusión y miseria.
No se debe repetir la historia
El ecologista dijo que hasta el momento no existen medidas de mitigación que subsanen totalmente los efectos negativos que sobre el ecosistema generan los megaproyectos como el Tren Maya y que está más que comprobado que las famosos Manifiestos de Impacto Ambiental (MIA) no necesariamente son aplicados a cabalidad.
Consideró, sin embargo, que el Gobierno Federal ya decidió llevar a cabo la multicitada obra de infraestructura y comunicaciones de perfil turístico, y que por lo tanto el Gobierno de la Cuarta Transformación está obligado a evitar que se cometan los errores del pasado.
(Joaquín Vargas Aké)