Los familiares del recluso, que fue encontrado colgado en un baño en el interior del Cereso estatal de San Francisco Kobén, argumentaron que la Fiscalía General del Estado de Campeche (Fgecam) así como la directora del penal, Virginia Cáliz Alonzo, intentan ocultar un homicidio.
Posterior a que la Fiscalía dio a conocer el suicidio 39 en el interior del Centro de Readaptación Social “San Francisco Kobén”, los familiares acusaron a la alcaldesa, Virginia Cáliz Alonzo así como a la instancia de seguridad de ocultar la verdadera razón de la muerte de su pariente.
Trascendió que el familiar del occiso, misma que pidió anonimidad indicó que el occiso de nacionalidad hondureña, fue acosado durante varios días por un recluso, situación que fue escuchada, pero ignorada por la directora Cáliz Alonzo.
Días más tarde, le fue notificado el fallecimiento de su pariente de 31 años, el cual en voz de la quejosa, este en una primera fotografía estaba vestido de una manera diferente a como fue entregado por el Servicio Médico Forense (Semefo), puntualizando que alguien en el Cereso se “tomó la molestia” de vestirlo y preparar el cuerpo siendo una infracción en el peritaje.
Así mismo, fuentes cercanas al hecho, argumentaron que la muerte no le fue notificada a los custodios, existiendo solamente el acta de ingreso de la unidad de la Fiscalía, sin embargo el supuesto “suicidio” así como la localización del cuerpo pasó por alto.
Los extraños hechos continuaron ahora en la Fiscalía General, donde los agentes se negaron a mostrarle el cuerpo, salvo en fotografías, situación que le extrañó, sin embargo decidió acatar en ese momento las ordenes, entre dichas graficas se percató que el cuerpo estaba golpeado, presentando señas de lucha y contusiones en el rostro.
La afectada expresó que además, de que estuvo en la Fiscalía acerca de 8 horas hasta que una funeraria se hizo cargo del rescate del cuerpo, sin embargo los “funerarios” sí le mostraron el cuerpo donde le argumentaron que le hicieron una “autopsia neuropatológica”, algo fuera de lo normal cuando se trata de un suicidio, ya que revisaron las lesiones del cerebro y cráneo.
Después de las acciones funerarias, el personal de la Fiscalía General volvió a contactarse con la familia, ahora para que firmaran un acta de conformidad, señalando que el hecho derivo de un suicidio, esto último negaron a hacerlo, ya que era evidente que fue víctima de un ataque y un encubrimiento por las autoridades.
Ante la situación procedieron a levantar una denuncia ante Derechos Humanos donde esperan que el caso sea resuelto y se logre dar una respuesta favorable, ya que estos argumentan que las declaraciones de los custodios son falsas así como la muerte que no fue autoinfligida.
Por Dismar Herrera