Entre junio y julio, el Panteón Colonia desocupó 200 criptas que estaban rentadas para ingresar fallecidos en su mayoría por COVID-19 y construyó un módulo más con 96 espacios disponibles, de los que ya se ocuparon tres.
José Flores Alejandro, administrador de los camposantos municipales reveló que se incrementó de entre cuatro y cinco el número de sepulturas, pero entre junio y julio la frecuencia aumentó a hasta 12.
“Cuando no estaba la pandemia teníamos entre cinco y cuatro sepulturas al día, muchos como eran por muerte natural pues se programaban para el día siguiente, había tiempo de dejar limpia la cripta, que la familia pudiese despedirse de su difunto”, dijo.
Relató que ahora es más restringido el velatorio, por lo que las familias ya no pudieron despedirse de sus difuntos diagnosticados por neumonías atípicas y probables o confirmadas de SARS-CoV-2, no se podían abrir las cajas tampoco. Estas medidas se mantienen hasta la fecha.
“Sólo tienen cuatro horas para sepultar, si no se crema el difunto. Las familias no siempre tenían el dinero, no había la información correcta y tenían que cremar, cuando podían sepultar”.
Indicó que varios deudos se vieron afectados económicamente, porque antes de la enfermedad ya habían perdido sus empleos y la mayoría aún atraviesa por situaciones complicadas, mientras los gastos funerarios son elevados.
Cremaciones
“En los panteones Colonia y Último Paseo, desde los primeros días que nos enteramos que no sólo podían ser cremados, empezamos a dar facilidades a la ciudadanía para que pudieran enterrar a sus seres queridos”, relató.
Informó que actualmente el costo de la cripta es de dos mil 88 pesos y la gente aparte sólo paga lo que es el costo por el servicio funerario.
El administrador de los cementerios indicó que sólo cuenta con seis trabajadores en el Colonia y dos en el Último Paseo, que este mes operaron en turnos de 24 horas, por la cantidad de fallecidos que se incrementó hasta en 12 por día.
“Para los otros panteones fue algo crítico, porque la mayoría de los trabajadores fueron vulnerables al coronavirus y sólo me quedé con tres personas para sepultar”, dijo.
Informó que, de forma responsable, se exhumaron 200 cuerpos que tenían más de 10 años en criptas propiedad del Ayuntamiento.
“Informamos a los familiares, no todos contestaron las llamadas, pero los restos son almacenado, separados entre sí en una cripta comunitaria, cada bolsa con los restos está etiquetada con el nombre del difunto y los datos de la cripta donde estaba”, indicó
Reveló que estos espacios ya fueron ocupados debido a la demanda de servicios funerarios que incrementó en estos últimos dos meses; por lo que se agilizó la construcción de un nuevo módulo de 96 criptas de las que ya están ocupadas tres.
Por Agustín Ferrer