A causa de diferentes complicaciones financieras, desde hace dos años la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) ha perdido cerca del 40 por ciento de sus socios, situación que se agudizó por las restricciones que se dieron a causa del brote de coronavirus.
Para 2019 la cantidad de afiliados era de 97 y para el 2020 descendió a 66; mientras que en lo que va del 2021 apenas se han registrado 20 empresas en el padrón, cuando para estas mismas fechas, pero del año anterior se tenían renovadas 50 compañías.
Así lo informó Teodoro Pérez Chan, presidente de la CMIC delegación Carmen, mismo que destacó que el mayor golpe laboral que tuvieron fue durante cinco meses, los de mayor auge de la pandemia, cuando las empresas afiliadas al organismo y otras instituciones detuvieron obras públicas y privadas; asimismo, los procesos de licitaciones públicas también se frenaron desde marzo hasta aproximadamente septiembre de 2020.
Aunque aseguró que el registro está abierto los 365 días del año y que se espera que para el próximo mes, cuando normalmente comienzan a lanzarse las convocatorias para proyectos, aumente el número de afiliaciones.
Indicó que como medida de recuperación después del impacto negativo que sufrieron por la contingencia, los miembros de la CMIC pidieron en una reunión con el secretario de Gobierno del Estado, Pedro Armentía, para que el Poder Ejecutivo Estatal se comprometiera a que toda construcción que se realizara en la Isla fuera licitada entre empresas locales y no sea otorgada a empresas de otras partes.
No obstante, el representante destacó que a raíz de la crisis económica que trajo la alerta de salud, los costos de los materiales para construcción se elevaron en aproximadamente un 8 por ciento, por lo que seguramente la tabla de presupuestos también aumentará.
Destacó que en cuanto al costo de la mano de obra, no se espera que aumente debido a la mejoría en el salario mínimo, además de que uno de los estándares que tienen las empresas asociadas y de la región es que los salarios que pagan están por encima del mínimo y que un ayudante general gana alrededor de mil 500 pesos semanales.