Un total silencio existe en la Junta Municipal de Bolonchén por la liberación de cinco de seis expolicías, quienes presuntamente están involucrados en la muerte del ingeniero Dennis Abraham Cante Trejo, sucedida el primero de noviembre del 2014.
En la liberación de los implicados sólo uno quedó recluido en el centro carcelario, según es al que relacionan con el crimen y sigue en proceso su situación.
A quienes el juez tercero del ramo penal dictara auto de formal prisión y después de siete años fueron absueltos, son Carlos Manuel P.P., José Gabriel R.P., José Felipe O.O., Esteban Salomón B. Eduardo Antonio K.P., el último también de la Policía Estatal Preventiva, y Jorge Luis C.C.
Al respecto, los familiares permanecen en silencio, ni una sola voz se escucha y los hechos ocurridos un Día de Muertos cuando todos celebraban el Hanal Pixan y los agentes colocaron un retén de alcoholímetro frente al mercado municipal de la localidad y al otro costado donde se encuentra la vinatería y es donde todos estaban comprando y el hoy difunto compró un “cartón” de cervezas, pero bajo los influjos del alcohol se alteró la situación y fue sometido por los policías.
Así, golpeado, Dennis Canché fue subido a la góndola de la patrulla ante la mirada de los pobladores y al llegar a la comandancia de Hopelchén reportaron que uno de los heridos no hablaba y tenía poca respiración.
De inmediato fue trasladado al Hospital Comunitario donde los médicos dijeron que ya estaba muerto. Luego vino la orden de Campeche que se detuviera a los seis involucrados, algunos por omisión al caso, mientras que el juez los consignó por abuso de autoridad y homicidio calificado.
En una visita a la Junta Municipal simplemente los vecinos dijeron que la viuda reside en la ciudad de San Francisco Campeche y al parecer el gobierno estatal, en aquel entonces dirigido por Fernando Ortega Bernés no aplicó las indemnizaciones para los dos hijos menores. Hoy sólo se puede apreciar una tumba en el cementerio y por la acción de los policías, el pueblo enardecido quemó el Palacio Municipal con todos los archivos e incendiaron el cuartel policiaco y bloquearon las arterias principales por más de ocho días. De las autoridades, nadie dio la cara, por miedo.