Elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) acudieron a la Escuela Secundaria Técnica número 1 conocida como la “Prevo”, situada en la unidad habitacional Héroes de Chapultepec, para atender una llamada donde se reportó el intento de extorsión a un adolescente de 13 años de edad.
Durante la mañana, el estudiante se encontraba como de costumbre tomando clases dentro del plantel ubicado en la calle Juan de la Barrera del Fovissste Héroes de Chapultepec, cuando entró una llamada a su teléfono celular del número (55) 368-900-67, del otro lado la voz de un hombre le dijo que tenían secuestrado a su hermano menor, por lo cual intentó extorsionar al joven con una fuerte suma de dinero.
El muchacho sufrió una crisis nerviosa, por lo que temeroso de que las amenazas sean reales informó lo sucedido a sus maestros y estos solicitaron la intervención de las autoridades cuyos agentes confirmaron que se trataba de un número del Estado de México identificado y operado por una banda delictiva.
Agentes de la policía acudieron a la “Prevo” en atención al reporte para tomar nota de lo sucedido; derivado a que el defraudador proporcionó datos exactos al muchacho éste sufrió una crisis nerviosa que fue controlada por paramédicos de la Cruz Roja. Tras revisar el celular e indagar el número telefónico con lada, los policías señalaron que pertenecía al Estado de México.
Hace unos días el mismo número fue reportado por una familia de la tercera edad a la cual también habían intentado extorsionar en el barrio de San Román, en esta capital. Es muy común recibir este tipo de llamadas por parte de personas que pertenecen a bandas criminales dedicadas a intimidar a la gente para exigirles dinero.
Luego de varios minutos los agentes y personal de la escuela contactaron a la familia del adolescente para confirmar que la llamada únicamente se trató de una extorsión; el menor identificado como J.R.G.C. fue entregado a su familia que fue a recogerlo al plantel. Exhortan a que antes de asustarse deben contactar a sus familiares en mención para asegurarse de que no es verdad lo dicho por el estafador.
Las autoridades hablaron con el adolescente y demás alumnos para que no caigan en la trampa de gente que se dedica a violar la ley, la mayoría de los casos opera desde las cárceles con teléfonos desechables para no ser identificados, una vez que logran su cometido exigen a la víctima cierta cantidad de dinero y que la depositen en una cuenta bancaria.
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CC