A la par de que el 30 por ciento de las mujeres agredidas física y psicológicamente no denuncian a sus agresores por miedo, o por desconfiar de las autoridades como la Vicefiscalía y el Ministerio Público, la pandemia del COVID-19 dejó estragos difíciles en el seno familiar al aumentar los casos de violencia en el hogar que han desencadenado un alto índice de divorcios en Carmen, señaló Susana Rodríguez Ortiz, promotora de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).
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Comentó que más de 300 mujeres han sido atendidas en la Conavim, de estas, entre 100 a 150 que piden asesoría no todas denuncian a sus agresores, “el miedo es lo que lleva a la mayoría de las víctimas a quedarse calladas, independientemente si está pasando por situaciones como depresión o trastornos nerviosos”.
Este temor agregó, se traslada a otros campos que giran en el entorno al que llegó a buscar ayuda, “el miedo no se presenta para no denunciar al agresor, sino que al no confiar en un abogado y en la autoridad judicial, ya sea Centro de Justicia para la Mujer, Vicefiscalía o el Ministerio Público, prefiere guardar silencio”.
Rodríguez Ortiz subrayó que dentro de los aspectos que más se valoran con las mujeres que si se acercan a solicitar apoyo o ayuda, es “que la violencia no se ejerce cuando se da amor, pues el amor no tiene que ser doloroso, sino con algún abuso que tenga que ver con agresión física o emocional, por ello se les ayuda con la orientación debida”.
La promotora del Conavim en Ciudad del Carmen dijo, también, que en los casi seis meses que lleva implementándose este programa en la Isla, han orientado a más de 300 mujeres en temas que tengan que ver con el trámite de divorcio, “ayudamos a las personas que están pasando por un proceso de separación y en la mayoría de los casos hemos visto que esto se da cuando hay violencia en el hogar, situación que orilla a la afectada a tomar la decisión”.
En ese sentido, Rodríguez Ortiz indicó que después de la pandemia se han presentado mayor cantidad de casos de violencia familiar, sobre todo en colonias marginadas o que tienen más rango de pobreza que otras, “en muchas colonias que hemos visitado en Ciudad del Carmen nos ha tocado atender problemas de divorcios en un alto porcentaje, esto se da debido a que a raíz de la pandemia surgieron casos de violencia psicológica, así como también el grado de maltrato incrementó”.
Esto coincide con las cifras que dio a conocer del mes de octubre el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en su informe sobre la Incidencia Delictiva del 2022, reporta que en los delitos con la familia ha habido un aumento considerable, es decir, los casos que son denunciados ante las Fiscalías y Ministerios Públicos, al mes de octubre en Carmen se registraron 146 casos.
El indicador señala que junio y septiembre han sido los meses con mayor número de casos, al contabilizar 33 que sí se han denunciado por violencia familiar; por otra parte, en incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar hay 35 denuncias, también hay un hecho de violencia económica contra la mujer y los niños, entre otros hechos menores.
Agregó que en los reportes de violencia en el hogar, de julio a noviembre del 2022, en el Módulo del Conavim en Carmen se han atendido a más de 100 mujeres, “hemos recibido en el programa a más de 100 personas por violencia en el hogar que se han incrementado a raíz de que pasó la pandemia, eso se refleja en que muchas mujeres buscan medios para frenar su situación y uno de estos motivos son los trámites de divorcio los cuales han incrementado mucho en los últimos meses porque el grado de maltrato violencia ha incrementado”.
Dijo que para erradicar o frenar la violencia contra la mujer debe crearse mayor conciencia en la familia en general, en los hombres y en ellas, “es un tema de cultura general que también se tiene que trabajar con los demás miembros como los padres, los suegros o cuñados, pues sigue imperando el machismo, la protección de la familia al agresor y el desamparo o desprecio hacia la nuera o viceversa”.
Antes, a la mujer se le decía que debía hacer caso en todo a su pareja, pues no importaba su opinión y él no tenía por qué escucharla, ahora es todo lo contrario, una pareja son ambas cosas, 50-50, es un equipo y también ese tipo de comportamientos se trasladan al trabajo u otras partes, tanto en el hombre como en la mujer, y esto se puede desencadenar en procesos depresivos, de violencia, de chantaje, de amenazas, son casos que hemos estado trabajando para que se vayan erradicando”.
Por último señaló la importancia de que las nuevas generaciones se vayan educando y abran los ojos ante este tipo de situación, “lamentablemente continúan los malos tratos entre las parejas jóvenes, en el noviazgo, y cuando se casan la situación empeora, pero es porque lo vivieron en el hogar”.
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AA