En México, hay 18 especies comerciales de pepino de mar, cuatro que aportan 17 por ciento a la producción nacional, provenientes del Océano Pacífico, y 14 tipos distintos que generan el 83 por ciento restante, mismas que se encuentran en el Golfo de México, principalmente en la Península de Yucatán, así lo dio a conocer el Instituto Nacional de la Pesca (Inapesca) que explicó que, en China este producto alcanza precios de hasta 16 mil pesos el kilogramo, debido a que es apreciado en la medicina antigua y su uso normalizado en la industria cosmética.
Sólo del 2006 al 2015 se logró comprobar que la captura del pepino de mar es un tema serio que no había sido atendido, ya que, en esos nueve años, la Secretaría de Marina (Semar) logró asegurar casi 42 toneladas de este producto.
Los estados con más operativos registrados fueron Quintana Roo, donde se logró recuperar 20 mil 829 kilogramos de la especie; Campeche, con 11 mil 440 kilogramos del pepino de mar; y Yucatán, con solamente 9 mil 597 kilos recuperados.
Investigaciones especializadas
Vanda Felbab-Brown, reconocida investigadora estadounidense en crimen organizado interno e internacional, a través de una investigación hecha en México, llegó a la conclusión de que “como en otras economías ilegales, como las drogas, la pesca ilegal de México involucra anillos que contrabandean las especies cazadas a mercados distantes como China”.
Y que uno de los efectos colaterales que deja la pesca ilegal en México, es que amenaza con la productividad de la pesca y la viabilidad económica de ese sector, además, de los medios de vida básicos para los pescadores artesanales, pero, con mayor presencia, la sostenibilidad de los productos y la biodiversidad marina.
Expuso que, también propicia encuentros violentos por conflictos entre comunidades pesqueras, además de la presencia de piratería en aguas del Golfo de México, así como grupos rivales de pescadores que buscan robarse unos a otros las capturas que tenían, ya que se hacen cada vez más escasas.
En tanto que, el doctor Leovigildo Quijano explicó que la demanda de pepino de mar se debe a su amplio espectro en el uso; por ello, los productos naturales marinos han adquirido un alto valor para la industria farmacéutica en los países desarrollados.
Cada vez más empresas invierten y quien continúa en esta misma tendencia es la industria cosmética, que ahora se dirige hacia el mar en busca de nuevos ingredientes, como en la Península de Yucatán donde se concentra más del 80 por ciento de las especies de pepino de mar.
Actividad real en Campeche
Un pescador en el litoral campechano, que solicitó permanecer en el anonimato, explicó que por el alto costo que tiene en el mercado negro, algunos pescadores se dedicaron a esta actividad, ya que el precio de compra oscila entre los 25 y 50 pesos por kilogramo capturado.
Sin embargo, tras referir que fue pesquería de fomento en su momento, pero que se salió de control, dijo que las consecuencias de la depredación pueden llevar a la extinción de la especie, a sabiendas de que es un producto que tarda muchos años en reproducirse, a diferencia de otras especies como el pulpo, que todo el año está en reproducción.
Desde hace algunos años se logró acabar con la especie que se encontraba a orillas del mar, donde los mismos pescadores, incluso a pie, podían capturar pepino de mar, pero ahora tienen que navegar a aguas mar adentro, al menos a tres metros de profundidad, por lo cual tienen que utilizar una compresora; sólo de esta forma pueden tardar más tiempo debajo del agua, sin embargo, por la falta de experiencia con esta herramienta, muchos hombres de mar han perdido la vida.
Informó, en exclusiva a Por Esto!, que son empresarios de Campeche quienes hacen la compra del pepino de mar a los pescadores, quienes pagan de 25 a 40 pesos por kilogramo del invertebrado, pero estos revendedores obtienen hasta 10 veces más de lo pagado a los hombres de mar, ya que lo comercializan ya sea a los empresarios nacionales o, en su caso, directamente con los compradores chinos.
“Los que les compran a los pescadores es gente de aquí y, a su vez, estos se lo venden a otros, así es como muchos se han hecho de dinero; ante esta corrupción que se permite, ellos se vuelven intocables, es más entre ellos se pelean por la compra a los pescadores”, refirió.
Además de los daños a la especie marina, el entrevistado explicó que, para que los pescadores dedicados a la captura del pepino de mar puedan hallar nuevos espacios donde se dé la especie, tienen que incurrir en la tala de los mangles, ya que en estos lugares es donde montan sus campamentos para la extracción del molusco, por lo que también generan daños a la flora del lugar, lo que se sumaría a los riesgos que trae la pesca ilegal y el costo punitivo que pudiera generarse ante las autoridades.
Casos de decomiso en Campeche
El 10 de abril del año 2018 ha sido, hasta el momento, el caso que sonó con más fuerza en tierras campechanas, cuando autoridades de la Fiscalía General de la República lograron el decomiso de mil 683 kilogramos de pepino de mar conocido como el tipo lápiz; esto, a través de un operativo en un predio identificado como La Ensenada, ubicado en el kilómetro 185 de la carretera 180, el tramo de Seybaplaya-Lerma.
En aquel entonces, se determinó que el valor del pepino en el mercado negro -en caso de haber llegado a su destino en Asia- oscilaba aproximadamente sobre los 4 millones de pesos.
Sanciones por incurrir en este delito
El licenciado en derecho, Diego Gordillo Fuentes, explicó que las personas que cometan delitos contra el medio ambiente podrían afrontar hasta nueve años de prisión, así como una multa de trescientos a tres mil días multa, es decir, el monto a pagar va desde los 51 mil 861 pesos, hasta los 518 mil 610 pesos.
“En el caso del pepino de mar, especie en veda permanente, el Artículo 420 del Código Penal Federal, en su fracción cuatro, señala que quien realice actividades de caza de la especie de flora o fauna silvestres, terrestres o acuáticas en veda, considerada endémica, amenazada, en peligro de extinción, sujeta a protección especial, tendrá que ser investigado por delitos contra el medio ambiente”, dijo.
Gordillo Fuentes añadió que se aplicará una pena adicional hasta de tres años más de prisión y hasta mil días multa adicionales, si las conductas previstas por la legislación, se realicen o en su caso afecten un área natural protegida: o, en su defecto, se cometan con fines comerciales.
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JG