A través de sus redes sociales, la diputada local por el décimo distrito de Carmen, Dalila Mata Pérez, pidió públicamente que cesen los acosos, así como los hostigamientos que sufre ella, así como su hijas, desde que su esposo Pedro O.G, fue acusado por el delito de violación, contra de una alumna de la Universidad Autónoma de Carmen (Unacar), mismo que fue vinculado a proceso el pasado jueves 24 de marzo, por un juez de control en el municipio carmelita.
“Por el amor que le tengo a mis hijas, por el amor y respeto a mi familia, les pido que ya no ataquen en redes sociales a mi familia, nosotros no tenemos nada que ver en el tema de mi esposo, no tienen por qué desprestigiarme por acciones de otras personas”, señaló la diputada.
Explicó, que confía en que la ley se aplicará de manera transparente, pero en caso de que su esposo sea hallado culpable por el delito de violación en agravio de la estudiante de la Unacar, a través del veredicto del juez penal, aseguró que su aún esposo, tendrá que pagar la pena prevista por la legislación, pero, en caso de que sea declarado como inocente, la joven que acusó a su pareja de violación, tendrá que afrontar la ley por daño moral y físico contra su familia.
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Pidió a las personas que continúan acosando a sus familiares, sean pacientes con las investigaciones que realiza la Fiscalía General del Estado (FGE), ya que, solamente ellos conseguirán el correcto esclarecimiento de los hechos, en tanto, pidió a todos los involucrados, que no lastimen a sus hijas sea cual sea la vía por la cual están dañándolas emocionalmente.
En la publicación hecha en su página de Facebook, la legisladora local, refirió directamente a la persona que se ha dedicado a atacara –sin decir el nombre-, le indicó que “el odio no es bueno, con todo el corazón deseo que le vaya bien, que tenga la mejor de las proezas en su vida, le pido disculpas si algún día la ofendí”.
Finalmente, aseguró que su situación familiar, moral y psicológica, afronta una situación difícil, por lo que, lo único que pide, es el respeto hacia sus hijas, quienes no tienen la culpa del momento que viven, que ahora son niñas inocentes, pero también son mujeres, por lo que pide respeto.
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JG