Durante el primer bimestre del 2022 la cifra de delitos alcanzó su pico más alto en los últimos 25 años al lograr una cifra de 2 mil 789 delitos en enero y de 2 mil 601 en febrero que en total suman 5 mil 390 carpetas de investigación, de acuerdo con estadísticas de la Plataforma de Incidencia Delictiva y del Observatorio Nacional Ciudadano.
El segundo mes más delictivo en el último cuarto de siglo -sólo por debajo de enero del 2022- fue mayo de 1998, cuando se abrieron mil 602 carpetas de investigación por presuntos ilícitos. En comparación, enero de 2022 fue 74.09 por ciento más inseguro que mayo del 98.
Ante el aumento de delitos, policías estatales, en entrevista aseguraron que uno de los principales problemas “es la falta de denuncia” y “el actuar de parte de la Fiscalía General del Estado (FGE), ya que al considerar algún delito como menor prefiere dejar en libertad a los delincuentes que en su mayoría son reincidentes”, mientras ciudadanos señalan falta de “mano dura” contra personas que cometen feminicidio, homicidio culposo, extorsión y robos en diversas modalidades.
Adiós tranquilidad
Con base a datos proporcionados por el Observatorio Interactivo de Incidencia Delictiva, Campeche y todos sus municipios tuvieron un repunte delictivo de noviembre a diciembre del 2021 y en el primer bimestre del 2022, transformándose en el más violento en un cuarto de siglo. Históricamente en abril de 1997 tuvo mil 566 víctimas y en mayo de 1998 fueron mil 602 al registrar los periodos con mayores denuncias; sin embargo, de noviembre de 2021 a febrero de 2022 los delitos sumaron 10 mil 820 casos.
Víctimas por mes
De acuerdo a la Plataforma de Incidencia Delictiva, durante el inicio del año 2000 oscilaban entre 200 a 400 por mes, en comparación con el 2021 que en noviembre repuntó con dos mil 659 y diciembre con dos mil 771; bajo esa misma línea en 2022 enero tuvo dos mil 789 y febrero cerró con dos mil 601 afectados.
Durante el primer bimestre del actual año el total de víctimas fue de cinco mil 390, lo que representa el 57.65 de tasa por cada 100 mil habitantes; respecto a los sectores con mayores incidencias delictivas el municipio de Campeche registra 331 delitos sólo en carpetas de investigación; Carmen 195, Escárcega 89, Calkiní 29, Champotón 26, Candelaria 18, Hopelchén 12 y los sectores con menores incidencias denunciadas son Tenabo con ocho, Palizada cinco, Hecelchakán y Calakmul tuvieron sólo cuatro.
En los dos meses contabilizados los delitos del fuero común al igual que de alto impacto tuvieron un repunte, ya que los casos de homicidios dolosos subieron 33.33 por ciento, los feminicidios de enero a febrero 200 por ciento, homicidios culposos en comparación con el año pasado representa 63.64 más, mientras las víctimas de extorsión pasaron de un caso en enero a 14 en febrero en el mismo periodo.
El robo en su agravante de violencia pasó de 36 víctimas a 158, lo que aumentó 338.89 por ciento, entre las variantes de delitos el robo de autos fue de 52 casos a 73, las denuncias por robo a negocio y casa-habitación pasaron de 28 a 131 y de 29 a 210 carpetas de investigación, respectivamente.
En el primer bimestre del 2022 Campeche registró un incremento en la incidencia delictiva que colocó a la capital del Estado, respecto a quejas por violación, como el sitio más inseguro en delitos sexuales con 18 denuncias, Carmen tuvo 14, Champotón seis, Escárcega cuatro, Candelaria tres, Calakmul dos, Calkiní y Hecelchakán solo una incidencia cada una, mientras Hopelchén, Palizada y Tenabo se mantuvieron en cero, cuya tasa es de 5.30 por cada 100 mil habitantes.
Viven inseguras
Algunas ciudadanas refieren sentirse inseguras cuando caminan solas por calles de la ciudad, pues señalan que pese a que existe un aumento de delitos hay sectores que son vigilados y otros no, ya que la policía “brilla por su ausencia”.
Doña Juana Paredes, de oficio comerciante, propietaria de un negocio pequeño en la colonia Aviación, sector denominado como “foco rojo” por robos menores, violencia familiar y otros hechos, en entrevista dijo que la colonia se ha transformado en escenario de múltiples robos y agresiones a personas que ya no creen en la policía ni en las autoridades, “siempre que hay algo llamamos a la policía, pero éstos llegan 30 minutos o una hora después, si acaso, ya que en otras ocasiones ni vienen”, lamentó.
Ante la falta de credibilidad de las autoridades, expuso que varios vecinos se organizan para vigilar la colonia y ya advirtieron a la policía de no meterse cuando linchen a un delincuente, pues ya están cansados de ser víctimas y que éstos se aprovechen de que la mayoría son adultos mayores o mujeres solas.
Por otro lado, la pequeña empresaria Belina Gómez González, también empresaria, pero en uno de los puntos con mayor vigilancia en la capital, señaló que el barrio de San Román cuenta con mucha atención, ya que es común ver a las patrullas circular y revisar a personas sospechosas. Agregó que el aumento de la delincuencia no es culpa de la policía, sino por falta de valores familiares y de “mano dura” contra los delincuentes.
Por su parte, Magdalena Torres dijo que los delincuentes se benefician por las leyes que no los castigan duramente, “qué caso tiene mantener dos meses a un ladrón o un violador en la cárcel, si al recuperar su libertad vuelve a delinquir, ya saben el tiempo que pasarán asegurados”.
Mientras la ciudadanía mantiene “poca fe” con la policía, los mismos uniformados expusieron que efectivamente, hay un aumento de delitos y detenciones; sin embargo, señalan -anónimamente- que los malhechores aprovechan muchos “huecos” legales para recuperar su libertad, “en algunos casos abusan de la comisión de ‘asuntos internos’ para acusarnos de golpearlos, robarles o torturarlos, lo que hace que su detención sea ilegal”.
En otras situaciones la misma Fiscalía General del Estado (FGE) rechaza al reincidente con el pretexto de que no hay motivos o pruebas en su contra a pesar de la existencia de denuncia o como en la mayoría de las veces, “nosotros llevamos al ‘rata’ pero cuando los del Ministerio Público nos preguntan el motivo del ingreso, éstos argumentan que recuperarán su libertad pese a las quejas, ya que el delito es menor, sea una agresión o un robo, eso es lo que se conoce como ‘puerta giratoria’, pues más tardamos en detenerlos que ellos en salir”, puntualizó.
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JG