Hasta cinco casos de extorsión sufren al día cada uno de los 21 centros de hospedaje que forman parte de la Asociación de Hoteles y Moteles de Campeche (AHyMC), reconoció su presidenta Daniela Lavalle Miled, y expuso que desconocen cuántas de todas las denuncias que han presentado ante la Fiscalía General del Estado (FGE) han sido judicializadas, o en su caso si ya está identificado el extorsionador.
“Nosotros como sector hotelero padecemos desde hace años las llamadas de extorsión; lo que hemos hecho es hacer los reportes al número de emergencias, pero no tenemos conocimiento de avances o que haya ocurrido un incidente tan grave, pero podemos hablar que recibimos cinco llamadas al día de extorsión por cada hotel que tenemos”.
Hasta el 31 de julio del presente año, sólo se han denunciado 48 casos de extorsión en Campeche, de acuerdo con datos del Informe de Incidencia Delictiva del Fuero Común, que elabora el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), cifra inferior a la presentada por los hoteleros que ronda los 105 casos diarios.
Por su parte, el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) reveló que Carmen es el municipio con mayor número de extorsiones en el año con 27 denuncias presentadas; continúa Campeche con 13 casos registrados; sigue Escárcega con 4 casos; Hopelchén, dos incidencias; Champotón, un caso; y finalmente Palizada con un caso.
Lavalle Miled resaltó que los reportes que han hecho los empresarios hoteleros han tenido que ser de forma anónima, por lo que no existe la posibilidad de saber qué avances hay en la investigación que realiza la FGE, o en su caso, si es que es abierta la carpeta de investigación correspondiente por parte de las autoridades persecutoras.
Explicó que hasta el momento no le han reportado que haya hoteleros que cayeron en las artimañas de los extorsionadores al grado de entregar cantidades de efectivo, ya que los únicos “efectos” que han padecido es en el caso de personal de recepción recién ingresado a trabajar, quienes muestran cuadros de crisis nerviosa, por lo que sus compañeros tienen que estabilizarlos.
Lo único que pueden hacer los hoteleros para poder “controlar” la situación es capacitar a su personal para identificar qué personas hablan realmente para solicitar el servicio de hospedaje, y quienes buscan obtener información para que más adelante procedan con la extorsión, así como a identificar el número del que hablan para poder notificarlo a su superior directo y este proceda ante las autoridades.
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JG