El guayacán es un árbol con presencia en Campeche y que tiene historia en el sector medicinal, ferroviario y polinizador; la especie tiene el nombre científico de Guaiacum sanctum, mismo que fue objeto de estudio para los investigadores Leonel López Toledo, Mariana Martínez y Miguel Martínez Ramos, por diversos aspectos y sus coloridos distintivos.
Dicha especie mide hasta 30 metros de altura y 70 centímetros de diámetro, del tronco al pecho; su copa es dispersa y con follaje discontinuo, con flores de color azul-morado, con estambres amarillos. Esto hace al guayacán muy vistoso en la época de floración, de febrero a mayo.
Además, los frutos son de 1.5 a 2 centímetros de largo, de color amarillo y naranja. Las semillas son de aproximadamente un centímetro de largo, negras o pardas, recubiertas por una llamativa capa carnosa de color rojo.
Trascendencia
En cuanto a la planta, tiene importantes señalamientos para el uso social, donde destaca su gran abundancia, la amplia distribución y la elevada biomasa en Campeche, pues es importante en funciones ecológicas como fijación y almacenamiento de carbono, flujo de nutrientes y agua, conservación de suelo y provisión de recursos alimenticios para la fauna.
Los investigadores igual consideraron que muchas especies de aves y mamíferos se alimentan de los frutos y semillas del guayacán, así como que usan el árbol como sitios de percha, anidamiento o protección.
A juzgar por su tipo de flores y masiva floración, es probable que también sea un recurso muy importante para la comunidad de polinizadores.
No obstante, al guayacán se le atribuyen propiedades medicinales, por las cuales fue intensamente explotado para su uso como antinflamatorio, diurético y laxante, contra la gota, la neuralgia, el reumatismo, la tonsilitis y la sífilis.
Además, la madera del guayacán se ha usado en la construcción de durmientes de ferrocarril, para horcones de casas o postes y en la fabricación de artesanías. El aserrín se emplea en la fabricación de repelentes de mosquitos. Entre otros usos.
Dispersión
En cuanto a su distribución, tiene presencia desde Florida, en Estados Unidos, hasta Costa Rica y algunos países del Caribe. En México se halla en Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo y Campeche. En este último, en las reservas de Balam-Kin y Balam-Ku, las ampliaciones forestales de los ejidos Pich, Chencoh, Constitución, Xbonil, Centenario, Silvituc, Conhuás y en la Reserva de la Biosfera de Calakmul.
En las selvas bajas y medianas, es una especie ecológicamente importante tanto en número de individuos como en biomasa. Se estima que un árbol requiere de 350 a 400 años para desarrollar un tronco con 35 centímetros, por lo que se considera que estos árboles representan un importante almacén de carbono.
La historia del guayacán en Campeche resalta por el aprovechamiento industrial de la madera; esto se dio durante los años 1960 a 1990, con un importante mercado en países de Europa, Asía y Norteamérica. Esta madera se extraía principalmente de los municipios de Campeche, Hopelchén y Calakmul.
Además, el aprovechamiento forestal ha sido importante para la economía de familias y comunidades ejidales poseedoras del recurso. Así, en el ejido de Pich alrededor de 260 ejidatarios o residentes tienen una fuente económica directa o indirecta del aprovechamiento del guayacán.
No obstante, la deforestación y la fragmentación de bosques representan los factores de riesgo más importantes para la persistencia de las poblaciones de este espécimen, especialmente en los estados de Oaxaca, Chiapas y Yucatán.
A nivel local
Para el caso de Campeche, la especie presenta, en términos generales, un buen estado de conservación. Sin embargo, en el Estado también existen riesgos por la conversión de las selvas a los sistemas agropecuarios. Por ejemplo, algunos ejidos con poblaciones de guayacán han vendido sus tierras a particulares, cuya visión es reemplazar el bosque por campos agrícolas, praderas ganaderas o plantaciones forestales.
El término “guacayacán” proviene del vocablo “waiacan”, de los indígenas de la etnia taína, originaria del Caribe, que emplearon la madera de este árbol para construir sus casas y para elaborar refinadas obras esculturales.
El árbol es también conocido por su resistencia y la madera que genera es fuerte, lo que hace que resulte objeto de explotación por su elevada confiabilidad.
Es conocida su resistencia al fuego e incluso las estructuras de guayacán pueden soportar otras de acero o concreto, por lo mismo su utilización en la construcción de viviendas le da un altísima valor.
Aunque es famoso por sus flores amarillas, en estados como Sonora el color de estas es azul avioletado y es un poco más chaparro.
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LV