La elaboración del ‘pibipollo’ es una tradición ancestral que se niega a morir en Campeche, pues algunas familias todavía conservan la costumbre de elaborar este platillo, herencia de los antepasados mayas, para colocarlo en los altares y honrar a nuestros fieles difuntos los días 1 y 2 de noviembre, durante las celebraciones por el ‘Hanal Pixán’.
A pesar de los altos costos de los insumos para cocinar el también conocido como ‘Mukbil’ o ‘Mucbipollo’, como la hoja de plátano, la masa, la carne de puerco o pollo, el tomate, la cebolla, la manteca, el epazote, el chile habanero, entre otros, las y los campechanos hicieron un esfuerzo este 2024 para mantener viva esta tradición.
Tal es el caso de las familias Chi Balan y Balan Chan que año con año se juntan en su domicilio de la unidad habitacional Fidel Velázquez para hacer este ritual, honrar y recordar a sus queridos que se adelantaron en el camino, con todo el misticismo que conlleva elaborar la llamada ‘comida de las ánimas’.
Y es que el ‘pib’ es símbolo de muerte y resurrección. La pieza en sí representa el cuerpo de la persona; la col simboliza la sangre; la carne pudiera significar el cuerpo; y la masa con la envoltura de hoja de plátano, su lugar de reposo. Además, el proceso de entierro u horneado, la sepultura; y la extracción, la purificación.
Las familias Chi Balan y Balan Chan, además, montan el tradicional altar, donde colocan todas las fotografías de sus seres queridos fallecidos, con sus respectivas flores, panes, dulces típicos de la temporada, chocolate, veladoras para iluminarles el camino, y finalmente el ‘pibipollo’.
El ritual no concluye ahí. También sus integrantes suelen realizar el santo rosario para darle la bienvenida a todos sus familiares que se adelantaron en el camino, con el propósito de recordarles que ‘a pesar de que ya no se encuentran presentes físicamente con nosotros, siempre los llevamos a todos en el corazón’.
Para estas familias, la celebración del ‘Hanal Pixán’ no únicamente es elaborar el tradicional ‘pib’, sino la convivencia familiar, ‘para que nuestros familiares que ya no están vean que estamos unidos, y puedan regresar felices al descanso eterno’.