En la región de Los Chenes, aunque no con el mismo auge que caracteriza al Hanal Pixán, este viernes fueron contadas las familias de la cabecera municipal que celebraron el Bix o "La Octava", que es la festividad que se conmemora una semana después del Día de Muertos, en la que también se ofrece un altar a los fieles difuntos.
En un recorrido por varias colonias de la ciudad de Hopelchén, se constató que el Bix no tiene el mismo impacto de celebración que el Hanal Pixán, ya que hay muy poca convivencia familiar. Además, los centros laborales no suspendieron sus actividades.
Se constató que fueron pocas las familias que lo celebraron, tal vez por falta de liquidez económica, y en la mayoría de los hogares solo se montaron altares sencillos y ofrendas a los fieles difuntos.
Las familias Koh Medina, Cauich Chí, Chí Hernández y Bacab Pech no dejaron pasar desapercibida la celebración y solo montaron altares, pero muy austeros en comparación con el Día de Muertos, que fue más ostentoso y con pibipollos y otras ofrendas.
En el mercado principal, el movimiento de consumidores fue bajo, como cualquier día de la semana sin festividad, y los locatarios reportaron ventas normales, es decir, muy bajas, como cualquier día.
En el centro de la ciudad, los comerciantes de flores, velas y otros productos reportaron ventas muy bajas, e indicaron que no hicieron el mismo surtido ni inversión que realizaron antes del Hanal Pixán.
Por otro lado, en el medio rural es donde más se celebra el Bix, principalmente en el norte del municipio, en comunidades como Katab, El Poste, Xcalot Akal, San Bernardo Huechil, Xculoc, Chunyaxnic y San Antonio Yaxché, entre otras, donde personas de la tercera edad son quienes más lo celebran, con pibipollos y rezos.
En Xcalot Akal, el señor Porfirio Chí Cauich comentó que el Bix es una tradición que no puede pasar desapercibida. En su casa se celebró "La Octava", como también se le llama al Bix, e indicó que hicieron pibipollos y los ofrendaron a sus fieles difuntos.
Aunque también señaló que, de acuerdo con las creencias de sus ancestros, entre ellos su padre, Chí Cauich mencionó que los días jueves o viernes del mes de noviembre se puede celebrar a los fieles difuntos.