Durante las celebraciones tradicionales y festividades decembrinas en Campeche, el uso de pirotecnia es una práctica común que ilumina el cielo y despierta la alegría de muchas personas. Sin embargo, esta tradición también trae consigo efectos negativos para los animales de compañía, especialmente perros y gatos, quienes suelen ser los más afectados por el ruido y las vibraciones de los fuegos artificiales.
Las detonaciones de la pirotecnia generan niveles de estrés severos en las mascotas, provocando reacciones que van desde temblores y taquicardia hasta intentos desesperados de huir. En algunos casos, estos episodios de pánico pueden resultar fatales debido a infartos o accidentes al intentar escapar de sus hogares.
Veterinarios y asociaciones protectoras de animales en Campeche han emitido constantes advertencias sobre los riesgos de la pirotecnia. Señalan que el oído de los perros y gatos es mucho más sensible que el de los humanos, lo que amplifica el impacto del ruido. Además, la exposición a estas situaciones puede generar traumas duraderos en los animales.
"Es importante que los dueños de mascotas tomen medidas preventivas durante las festividades", comentó un portavoz de una organización local de protección animal. "Crear un espacio seguro dentro de casa, cerrar ventanas para disminuir el ruido y acompañar a los animales pueden marcar una gran diferencia".
En respuesta a esta problemática, algunas comunidades en Campeche han comenzado a promover alternativas más responsables, como el uso de pirotecnia silenciosa o espectáculos de luces láser, que mantienen la esencia festiva sin afectar a los animales.
Organizaciones defensoras de los derechos de los animales también hacen un llamado a las autoridades para regular el uso de la pirotecnia y fomentar la educación pública sobre los daños colaterales que esta práctica genera. "La empatía hacia los animales es una muestra de progreso como sociedad", concluyeron.
Mientras tanto, la clave está en la conciencia individual y el compromiso comunitario para minimizar el impacto negativo de estas tradiciones y garantizar el bienestar de todos los seres vivos que comparten el entorno festivo.