Desagradable bienvenida tuvo Rodrigo Cruz Mondragón quien -como todos los años- llegó procedente de Puebla a esta Junta Municipal a vender imágenes religiosas, las cuales coloca bajo un árbol sin causar problemas, pero en esta ocasión se le paró enfrente la directora de la Casa de Cultura, Rosalba Miranda Ontiveros, para exigirle que se retire o pague mil 800 pesos por “derecho de piso”. El joven respondió que no tenía dinero, pues acababa de arribar a la Villa, además de que nunca le habían puesto objeciones por trabajar en ese espacio.
Dicho esto, comenzó a recoger sus cosas para cambiarse de sitio y no pagar la suma requerida; sin embargo, la autoridad no quedó conforme y le “cedió” un espacio en el atrio de la iglesia por sólo 300 pesos, del tres al 12 de diciembre, ni un día más. “Apenas estoy llegando y no he tenido ventas, pero todos los años he trabajado aquí y nunca me habían corrido o cobrado derecho de piso”, argumentó muy enojado.
Cruz Mondragón dio a conocer que cada año visita Bécal en estos días cuando muchos creyentes salen a peregrinar y a su paso compran una imagen de la Virgen de Guadalupe para continuar su recorrido, pero esta es la primera vez que le piden dinero por vender su mercancía en la calle, e incluso lo corren del lugar. “Nunca me habían cobrado derecho de piso”, dijo al recordar que siempre se había instalado frente al Palacio Municipal para comercializar sus imágenes sin que las autoridades lo quiten de donde esté, lo que ahora le sorprendió mucho al ver a la directora de la Casa de Cultura, Rosalba Miranda, acercarse y pedirle que se vaya o que pague una suma considerable (mil 800 pesos) para quedarse, aunque le advirtió que donde sea que se ponga tendría que soltar cierta cantidad.
Resignado, el vendedor de imágenes se instaló frente a la parroquia de Nuestra Señora de la Natividad, donde la directora de la Casa de Cultura de Bécal lo siguió para cobrarle el “derecho de piso”; sin embargo, el poblano dijo que no había vendido nada y que sólo llevaba 300 pesos para su alimentación, los cuales tuvo que entregar para que lo dejen trabajar. El vendedor dio a conocer que las ventas cada vez son más bajas, pues pasado el mediodía no le habían comprado ninguna imagen y aseguró que tampoco tenía dinero para comer.
Por último, señaló que la funcionaria le andaba “sacando dinero” a todos los comerciantes que se instalaban en la calle de esta localidad a vender sus productos, situación que difícilmente pueden sostener por la escasez de peregrinos y feligreses, aunque -afirmó- no pierde la esperanza de que en los próximos días mejore su situación
JY