Después de presentar su informe, el comisario ejidal Pedro Yam Poot fue llamado a que no realice gastos en vano o excesivos, como el de pagar a un topógrafo 20 mil pesos tan solo para cumplirle el capricho a un demandante. Además, no solicitó permiso a la asamblea para gastar el recurso, y sus cuentas de alimentación y viajes fueron acusadas de ser “exageradas” por los campesinos.
Sin embargo, el comisario respondió que en sus cuentas están reflejadas entradas de recursos provenientes del Tren Maya por 17 millones 110 mil pesos, y los correspondientes pagos de repartición a los ejidatarios por un monto de 16 millones 416 mil pesos, por lo cual aseguró que existen en caja 694 mil 580 pesos.
Aunque de otras entradas dijo que se gastó en apoyos a la gente de escasos recursos y en sus salidas a Campeche para acudir a las audiencias de demandas, pero en estos viajes gasta de 2 mil a 3 mil pesos por cada salida. Además, justificó que ha pagado alimentos a los policías que, según él, “no tienen para comer”.
Ante tales argumentos, los campesinos con derecho agrario levantaron la voz para decirle que en las demandas hechas al ejido no se puede gastar dinero para resolver problemas de los demandantes, pues debe ser la parte acusadora la que pague. En cuanto a los pasajes y los gastos de alimentación, indican que no puede gastar el dinero que se junta para hacer otros pagos, acusando al comisario de generar muchos gastos sin dejar nada para los ejidatarios.
Se destacó el caso de una de las extensionistas, que por hacer un trabajo y bajar recursos cobró al ejido 35 mil pesos, lo cual fue cuestionado ampliamente, y criticaron que son gastos no muy claros.
“De qué sirve que nos ayuden, si sucede lo mismo como en los cursos de Mérida, que cobraron al ejido 90 mil pesos por 10 personas inscritas, pero al final solo 2 fueron y tuvieron que pagar los 90 mil pesos con el aval del comisario, quien dijo que eran normas de la institución”, se quejaron diversos campesinos.
De último, el presidente del Consejo de Vigilancia, Juan Hernández Chi, también presentó su informe ante la asamblea y dijo que la volquetada de material pétreo o sascab se vende a 200 pesos y la grava a 250 pesos, mientras que en caja tiene 88 mil 746 pesos.
Al respecto, preguntó a los presentes sobre qué deseaban hacer con el recurso, y al unísono la respuesta fue que se reparta, porque “los directivos y el comisario al ver dinero solo piensan cómo gastarlo y hasta le dan de comer a policías con dinero ajeno”, asentó Felipe Tamay.
JGH