Un aguacero de casi una hora la tarde del miércoles fue suficiente para que numerosas calles del centro del poblado de la comunidad de Iturbide resultaran inundadas, aunado a que los siete pozos de absorción construidos en los últimos años estaban tapados con mucha basura.
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De acuerdo a datos brindados por pobladores, el aguacero que duró entre las 16:30 y las 17:35 horas dejó totalmente inundadas las calles principales de las primeras cuadras del centro de esa comunidad.
Pero no fue tanto la lluvia que inundó las calles, sino que los pozos de absorción construidos por el Ayuntamiento en los últimos dos años no cumplieron con su función debido a que estaban tapados no solo con basura, sino también con piedras y escombro, lo cual dificultó que las aguas bajaran rápidamente.
Tras el aguacero, las calles quedaron inundadas totalmente, lo que dificultó el tránsito vehicular, de motociclistas, de ciclistas y hasta de transeúntes, quienes buscaron calles alternas para poder llegar a sus destinos, ya sea al centro del poblado o a sus viviendas.
El principal problema se suscitó en el cruzamiento de las calles 8 por 7, ubicada a dos cuadras del centro del poblado, en donde el pozo ubicado en la mera esquina tenía sus rejillas tapadas con basura, lo que imposibilitaba que el agua se fuera al canal de desagüe subterráneo. Vecinos del sector se organizaron y limpiaron las rejillas, lo cual facilitó que el nivel de agua en las calles descendiera considerablemente, informó José Can.
Por otro lado, en otros sectores del oeste del poblado se formaron grandes lodazales que impidieron que la gente transitara por esas arterias, y afectó principalmente a niños del turno de la tarde que salían de la escuela y no podían llegar a sus casas. La vecina Saraí Chan, a nombre de sus vecinos, pidió al comisario Freddy Medina Catzín esa misma noche que envíe varias volquetadas de escombro o de sascab, ya que el paso peatonal era casi imposible, y los vehículos que ahí transitaban con dificultades pasaban y se quedaban atascados en el lodazal. Esa vecina se quejó de que, por las condiciones de las calles, ningún mototaxista se arriesga a llegar a sus viviendas.
JGH