Luego de la riña en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Francisco Kobén, que dejó a más de 20 internos lesionados y 4 de ellos hospitalizados, surgieron nuevas acusaciones sobre el control que ejercen dos hermanos dentro del penal. A través de un escrito firmado por más de 300 reos de las 14 galeras del centro, los internos responsabilizan a estos hermanos de ser los causantes de los últimos disturbios en la cárcel.
En la carta dirigida a la gobernadora Layda Sansores y a las autoridades penitenciarias, los reclusos exigen acelerar el traslado de estos dos individuos, quienes presuntamente están sentenciados por secuestro y homicidio. Según los denunciantes, un intento fallido de trasladarlos el pasado 15 de marzo resultó en lesiones a policías estatales, y la falta de estrategia en ese operativo provocó un ambiente de tensión que culminó en la violenta riña del 25 de agosto.
Durante este enfrentamiento, Mario A.L.G. y Alex J.H.Z. fueron apuñalados cerca del corazón, mientras que Oliver P.G. sufrió la mutilación de ambas manos y Manuel C.M. recibió un machetazo en la cabeza, causándole traumatismo cráneo-encefálico.
Los internos aseguran que estos hermanos han tomado el control de al menos tres galeras, imponiendo "justicia" por su cuenta, cobrando derecho de piso a los presos y extorsionando a sus familias a cambio de protección. Además, los denunciantes mencionan que los reos que no cumplen con sus órdenes son castigados con golpes y torturas.
El documento también revela que estos individuos han agredido a personal médico y custodios, generando un ambiente de miedo y descontrol en el penal. Ante la inacción de las autoridades, los reclusos advierten que si no se toman medidas inmediatas, podrían tomar justicia por su propia mano para frenar a los hermanos.
JGH