Debido a que la Secretaría de Salud ha limitado el número de dosis a través de la Jurisdicción Sanitaria 03, la vacunación antirrábica en la cabecera municipal está acotada.
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Ya se cubrió el cerco sanitario un kilómetro a la redonda del foco rábico, y en estos momentos se está en el cerco a cinco kilómetros, además de que la ciudadanía está atenta tras el caso positivo de rabia que tuvo lugar en Ciudad del Carmen, señaló Miguel Báez Ramón, coordinador del Centro del Bienestar Animal (CBA).
que como módulo asignado se continúa trabajando en la aplicación de la vacuna a perros y gatos desde que surgió la infección en la Isla, y han aplicado alrededor de mil vacunas, proporcionadas a la Jurisdicción Sanitaria 03 por la Secretaría de Salud.
embargo, externó que en los últimos días se han visto un poco limitados en cuanto a la aplicación de las vacunas a las mascotas debido a que la Secretaría de Salud no ha surtido las suficientes dosis; “actualmente como Centro de Bienestar Animal estamos limitados en cuanto a vacunas, por lo que el día que nosotros no tengamos la población deberá acudir a la Jurisdicción Sanitaria para que las apliquen”, informó.
Destacó que en el Centro de Bienestar Animal han observado que el diagnóstico del caso de rabia en la Isla ha generado alarma y hay personas que con ver un poco de salivación en sus perros o gatos creen que es la enfermedad.
En ese sentido, dijo que se han presentado varias personas al módulo con cierta preocupación, pues sus animales muestran síntomas rábicos, pero al revisarlos se trata de asuntos como intoxicación.
Mencionó que en relación al trabajo coordinado con la Secretaría de Salud a través de la Jurisdicción Sanitaria 03, durante el operativo en la zona del caso de rabia, el cerco sanitario ya concluyó en una primera etapa de un kilómetro a la redonda, y ahora se pasó a un operativo de cinco kilómetros.
Por último, el veterinario coincidió en que es necesaria una campaña de vacunación antirrábica permanente, ya que al final de cuentas la incubación de la enfermedad puede variar de uno a tres meses, dependiendo del estado de la mascota y cómo reaccione el virus, “por lo que es importante que en lo que resta del año continúe la vacunación”.
