Sin medir la capacidad presupuestal, la Comisaría Municipal de Isla Aguada ha rebasado su nómina al contratar de manera indiscriminada personal, que no conforme eso también ha sido adscrito al Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes, Municipios e Instituciones Descentralizadas (Sutpmidec), sin haberles pagado prestaciones a los existentes, lo que llevaría a un colapso económico, y todavía no se ha firmado la minuta correspondiente al 2024, señaló Miguel Ramón Córdoba, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de Base del Ayuntamiento y Juntas Municipales (Sutbajc).
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Dijo que en el Pueblo Mágico hubo exceso de contrataciones lo cual va a traer problemas a los trabajadores porque los recursos no van a alcanzar ya que han cargado demasiado la nómina. “Aquí la pregunta es ¿cómo le va a hacer el comisario Alberto Aranda para pagar todos esos beneficios?”.
Señaló que lo único que ha hecho la comisaría es inflar la nómina, sin haberse preocupado por firmar el acuerdo laboral de este año; por ello no se han pagado todos los bonos que están en las Condiciones Generales de Trabajo (CGT), “por eso nos vamos a enfocar en trabajar con la autoridad y que se firme el acuerdo laboral de este año”.
Añadió que ya se le presentó a Alberto Aranda el pliego petitorio para definir cómo va a quedar la minuta del 2024, pues es preocupante la situación por la cantidad de trabajadores que contrataron, e incluso ya fueron sindicalizados.
Ramón Córdoba indicó que desconoce cuántos son los trabajadores que fueron sindicalizados por el Sutpmidec, y por qué aceptó sindicalizarlos sin tomar medidas. “Lo que sabemos es que creció al menos entre 40 y 50 por ciento la nómina de empleados, y no solamente eso, igual están subiendo salarios cuando primero debe hacerse un análisis”, puntualizó.
Apuntó que la delegada junto con el secretario general del Sutpmidec están reventando la nómina porque lo único que les interesa es cobrar la cuota sindical, pero a final de cuentas la comisaría será la del problema. Recordó que en breve habrá un proceso electoral en la Comisaría Municipal, y si el actual comisario Alberto Aranda se reelige no habría problema, pero si llega a perder qué va a pasar con estas personas que no tienen ni un año de labores y ya están sindicalizadas con un salario bastante alto. “Lo primero que harían las nuevas autoridades es reducir la nómina, pero cómo se va a reducir la de los trabajadores sindicalizados con años de antigüedad y la de gente que no tiene ni un año”, concluyó.
“Inflar” la nómina es un viejo recurso administrativo que tiene dos motivos: uno político y otro económico y ambos favorecen a quien expide los contratos. En el primer caso, los empleados son dados de alta temporalmente para fines electorales con la promesa de asegurarles un puesto cuando termine el acuerdo.
En el caso de las nóminas infladas por fines económicos, se trata de trabajadores inexistentes; es decir, se crea documentación, sin haber titular; otro caso es que se dé de alta a personas laboralmente, las cuales no asistirán a cumplir sus funciones o cumplirán medias jornadas; en el primer caso el recurso se lo queda por completo quien los enlista, y en el segundo se practica el clásico “moche”. En todas estas situaciones puede hablarse de corrupción.
JGH