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“Tenemos miedo por el peligro que representa la carretera de la Península de Atasta a Ciudad del Carmen; cada que necesitamos ir a la Isla nos encomendamos a todos los santos porque un accidente nos puede arrebatar la vida”, señalaron usuarias del servicio de combis colectivas de las siete comunidades de la región de Atasta, a modo de reclamo por el mal estado de esta importante vía de comunicación terrestre.
Lidia Domínguez Herrera, María Elena Gutiérrez May y Romelia Galmiche Cupil externaron su indignación por el mal estado de la ruta y critican que diferentes autoridades y medios han pedido a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) que repare las condiciones en las que se encuentra la carretera, pero simplemente no lo ha querido hacer, lo que les indigna pues lo material se recupera; la vida, no.
Lidia Domínguez, María Elena Gutiérrez y Romeia Galmiche acusan a la SICT de irresponsable / Perla Prado
Mientras esperaban la partida de las combis hacia la Península de Atasta, en el paradero ubicado en el estacionamiento frente al mercado “Alonso Felipe de Andrade”, las tres mujeres de la tercera edad y madres también, lamentaron que no exista eco para la petición de atender los baches que son una trampa para cualquiera que necesite usar esta vía federal.
Para Domínguez Herrera las condiciones de la carretera desde El Zacatal hasta Nuevo Campechito son desastrosas, sin que hasta ahora nadie haya hecho nada para mejorarla; al contrario, cada vez se complica más; de hecho, ahora los habitantes de Atasta Pueblo ponen advertencias de baches con troncos, tanques, llantas, escombro y hasta cocos, aunque esto, a la vez, también está provocando accidentes de los que de por sí hay.
En cada viaje se encomiendan a Dios / Perla Prado
En tanto que Gutiérrez May señaló que cada que viaja a Ciudad del Carmen avisa a sus familiares desde el momento en que toma la combi en Nuevo Progreso, para que estén pendientes de cuando llegue a la Isla, y viceversa, pues subirse a la combi da miedo, pues si bien los choferes conocen bien la carretera y donde hay baches, pueden ser impactados por otras unidades que invaden el carril o se salen de la ruta por esquivarlos.
“Imagínese, los choferes vienen con más de 15 vidas en sus manos; es la responsabilidad que cargan sobre sus hombros. Nosotros tenemos ese miedo a que nos pase algo, pero aquí quien es el verdadero responsable es la SICT, que no nos han querido apoyar y ahora transitar es cuestión de vida o muerte”, sostuvo.
Por su parte, Galmiche Cupil indicó que los pobladores buscan por cualquier vía hacer llegar esta información a la autoridad federal para que atienda el pésimo estado de esta vialidad, y si bien algunos funcionarios han dicho que la van a reparar, resulta que no dicen para cuándo.
“No quieren hacer nada por esta carretera; por más que uno se queje dicen que sí, pero no dicen cuándo. Da miedo y no sabemos a quién recurrir; es una situación pésima. Todos sufrimos por esos enormes baches que hay en la Península de Atasta”, concluyó.
JY
