Empleados de seguridad de un bar situado en la zona de San Román fueron reportados por clientes quienes no los dejaban salir pese a que habían pagado la cuenta. Ante la situación, agentes estatales se arremolinaron al sitio; sin embargo, los encargados de seguridad enfrentaron a ciudadanos, lo que causó a su vez un “conato de bronca”.
Los hechos ocurrieron en el interior del bar “Compadrito” situado sobre la calle 10 entre Bravo del barrio antes señalado, cuando un grupo de clientes pagó la cuenta pero, al pretender salir, fueron interceptados por dos guardias de seguridad quienes los acusaron de no pagar la cuenta. Dichos parroquianos mostraron el pago, pero no les creyeron y exigían que volvieran a pagar al tiempo que no los dejaban salir.
El grupo, asustado ya que fueron amenazados, decidió reportar la situación al número de emergencias, lo que causó a su vez la movilización de las autoridades. En tanto, ciudadanos que observaron el caso y ajenos a la situación fueron amenazados por los empleados de seguridad al grado de empujarlos, lo que dio inicio a un “conato de bronca”, pero el caso no pasó a mayores debido a la intervención de la policía.
Los empleados, al verse superados en número, decidieron atrincherarse al tiempo que insultaban a la policía y a la gente. Ante la advertencia de los encargados de seguridad de tomar venganza, la policía resguardó la zona, mientras las personas que fueron retenidas las dejaron salir al demostrar que solo querían cobrarles el doble.
JGH