
La semifinal de fútbol femenil en Nilchí, disputada entre los equipos United Nilchí y Guerreras, concluyó de forma lamentable, al desatarse una trifulca que dejó de lado el espíritu deportivo y obligó a la intervención del Comité Organizador.
El encuentro, que se caracterizó por su gran intensidad y constantes roces en la disputa del balón, escaló en los minutos finales tras una fuerte entrada. Lo que comenzó como un cruce de palabras entre dos jugadoras, rápidamente se transformó en empujones y golpes, involucrando al resto de los equipos.
Los árbitros intentaron detener el enfrentamiento, pero la situación se desbordó, con jugadoras forcejeando dentro y fuera del campo. Fue necesaria la intervención de aficionados y del Comité Organizador para calmar los ánimos y evitar que la situación se agravara.

Tras el incidente, el Comité Organizador exigió a las jugadoras involucradas ofrecer disculpas públicas, enfatizando que el objetivo del torneo es promover el deporte y la sana competencia, no la violencia.
En contraste, en la otra llave de la semifinal, el equipo Bayer 10 fue declarado campeón, luego de que Atlético de Tinún abandonara sus partidos en esta fase, perdiendo así su oportunidad de llegar a la final.
El episodio generó indignación en la comunidad deportiva, que ahora reclama medidas estrictas para garantizar que hechos como este no se repitan en futuras ediciones del torneo.
JGH