Síguenos

Última hora

Cierran navegación en Puerto Progreso por los efectos del Frente Frío 24

Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

261Carta de un suicida

Al pie de un cedro elevado

de la finca “El brazo fuerte”

apareció el cuerpo inerte

de un vecino del condado,

el cual, sin ser registrado

le hallaron un sobre escrito

con letras del infrascrito

grabadas con sencillez,

dirigida: “Al señor juez

que le entreguen necesito”.

El juez, como caso urgente,

sin demora el sobre abrió,

y escrita una carta vio

de la manera siguiente:

“Señor juez, no se impaciente

ni a nadie vaya a culpar

por mi muerte singular

que yo mismo ejecuté

por un rollo que formé

de carácter familiar.

Resulta que me casé

con la viuda Catalina

que, con su hija Rufina,

para mi casa llevé.

Mi padre, Antonio José,

que por desgracia era viudo,

de alguna manera pudo

a mi hijastra conquistar

hasta llegarse a casar

para formar este nudo.

Mi esposa, un hijo me ha dado

que es el nieto de mi padre

y por parte de la madre

también era su cuñado.

Como queda demostrado,

hermano de su hermanastra,

mi mujer era la hijastra

de mi padre y también suegra

y eso por mi mente negra

hacia el abismo me arrastra.

Para inflar más este lío

mi padre ha tenido un hijo

que viene siendo de fijo

sobrino y hermano mío.

Es a la vez, sin desvío,

cuñado de mi mujer,

que, como se puede ver,

a la vez su nieto era,

y de la misma manera

nieto mío viene a ser.

El hijo de mi madrastra

es su hermano y su cuñado,

y mi mujer, comprobado,

es la madre de mi hijastra,

que a la vez es mi hermanastra

e hija de mi mujer,

y mi hermano viene a ser

hermano de mi señora,

y otros enredos que ahora

no los puedo resolver.

Soy abuelo de mi hermano,

que es nieto de mi mujer,

y su abuelo viene a ser

mi abuelo muy claro y llano.

Este singular arcano

me cubrió con negro velo

produciéndome el desvelo

que no puedo soportar

cuando llegué a comprobar

que yo era mi propio abuelo.

Señor juez, ¿no es un cinismo

el que yo contribuyera

a que por desgracia fuera

el abuelo de mí mismo?

Por ese confusionismo

es que me quito la vida

de manera decidida

para mi tranquilidad.

Por toda la eternidad

ya me despido”. El suicida.

Alfredo Valdés Alvarez

262Sesenta y más

Aquí estoy, algo más viejo

que la pasada semana,

lo supe porque otra cana

me vi ayer en el espejo.

También vi que mi entrecejo

estaba más arrugado,

pero, aunque el tiempo ha cambiado

toda mi fisonomía,

tengo cosas todavía

que no se me han jorobado.

Que, ¿qué cosas?: mis canillas

son fuertes y resistentes,

y también son muy potentes

y flexibles mis rodillas.

No sufro de pesadillas,

duermo por la noche bien,

puedo montarme en un tren

que se encuentre en movimiento

porque yo soy como el viento

algo liviano también.

Puedo caminar, correr,

y más que correr, brincar,

ir a una fiesta, bailar,

y si hay que beber, beber.

Puedo caldosa comer

y si es de Kike y Marina

con gran razón me fascina;

y miren si eso es así,

que el día que la comí

pasé una noche divina.

Aún no me preocupa nada,

porque puedo todavía

hacer una poesía

y cantar una tonada.

Puedo por la madrugada

echar un… sueño profundo.

Todavía no confundo

las cosas, pues veo bien,

Y las pepillas me ven

como lo mejor del mundo.

Antonio A. Ramírez Cruz

Siguiente noticia

Asunto de bibliotecarios y bibliotecas en Yucatán