Conrado Roche Reyes
Don Bernardino Mena Brito es uno de los personajes más interesantes y de vida más azarosa entre nuestros intelectuales y políticos yucatecos. Polifacético, comenzó a destacar desde las primeras décadas del siglo XX hasta su muerte en 1979, siempre con una vida llena de aventuras y sinsabores, aunque finalmente fue reconocido como un buen político, aferrado, y también como un buen escritor.
Fue uno de los primeros yucatecos en colocarse al lado del maderismo en el año de 1908, de tal manera que estuvo entre las personas que firmaron el acta constitutiva del Partido Liberal Antireeleccionista.
Cuando don Delio Moreno Cantón (maderista) se lanzó para contender por la gubernatura de Yucatán, fue apoyado irrestrictamente por Mena Brito y, por tal razón, fueron perseguidos por el régimen porfirista y ambos se tuvieron que exiliar en Cuba, país siempre acogedor de los perseguidos mexicanos. El otro candidato, José María Pino Suárez, tuvo que vivir un tiempo asalto de mata.
A su regreso, siempre estuvo al lado del maderismo. Posteriormente, fue un ferviente constitucionalista que se levantó en armas en Campeche, Tabasco y Chiapas, acompañando a don Venustiano Carranza a Veracruz. Al año siguiente fue a Monterrey y a otros lugares participando en las batallas más famosas, entre ellas la de Celaya, en la que perdió un brazo el Gral Alvaro Obregón, conocido después como “El Manco de Celaya”.
Ya con Carranza en el gobierno, éste lo apoyó como candidato a la gubernatura de Yucatán nuevamente en 1917, y constituyó el Partido Liberal Yucateco para competir contra Carlos Castro Morales, candidato favorito de Salvador Alvarado, con el apoyo de Felipe Carrillo Puerto y del Partido Socialista del Sureste. Obviamente, Mena Brito fue nuevamente derrotado. Pero un hombre tan contumaz como don Bernardino, a pesar de este revés, fue nombrado cónsul de México en Nueva Orleáns y entre avatares, se dio tiempo de escribir varios ensayos.
Volvió a competir para gobernador del estado en 1921, por el Partido Liberal Yucateco, en esta ocasión contra Carrillo Puerto, quien ganó por abrumadora mayoría.
Siempre pensó que la desgracia de Yucatán era a causa de los políticos de afuera, en especial los de Campeche, incluso su libro más famoso trata este tema con mucha acuciosidad.
Como siempre, a contracorriente, Mena Brito apoyó la candidatura a la presidencia de Juan Andrew Almazán en 1940. Al ser derrotado este último, Mena Brito, ya coronel, se retiró del Ejército y se dedicó a la vida privada y murió en la Ciudad de México en 1979
Escribió varios libros, dos novelas y ensayos como “Paludismo: la revolución de la selva”, un alegato contra las condiciones tan miserables de vida en que los caciques y hacendados tenían sujetos a los semi esclavos en las selvas del sur-oriente del Estado. “Felipe Angeles: el lugarteniente gris de Pancho Villa”, “Bolchevismo y democracia”, “Historia de las desmembraciones del Estado de Yucatán por el gobierno nacional”.
Don Bernardino Mena Brito nació en Halachó, Yucatán. Comenzó como escritor y caricaturista en el semanario “La Campana” y critico ferozmente al gobernador Olegario Molina y a su sucesor, Muñoz Aristegui, y muy severamente a la llamada Casta Divina de Yucatán.
Sostuvo un grave enfrentamiento con Salvador Alvarado acusándolo de querer imponer el bolchevismo y, a su vez, Mena Brito fue tachado de defender a los oligarcas y a la burguesía.
Fue toda una interesante y azarosa vida la del escritor, poeta, político y militar Bernardino Mena Brito.