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Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos1556Donde afirmo que una mujer me despedía

Cómo serán los balcones

de noche, sin que podamos

explicarnos cómo andamos

faltos los dos, de canciones.

Qué no dirán los sillones,

los cactus, las escaleras.

Y aquellas mismas aceras

de despedirnos, ¿están?

¿Bajo cuál otro ademán?

¿Rotas, de qué otras esperas?

Alpidio Alonso Grau

1557Aviso

Suelen mis versos decir

quién soy, qué rabia me alcanza:

grito a grito, lanza a lanza,

ya defenderse, ya herir.

Suelen mis versos sentir

como suyo aquel tañido

de otros versos; del sonido

de una guitarra que llora,

acompañar a deshora

su paz, su poco de olvido.

Alpidio Alonso Grau

1558Al amor(fragmento)

Por cosas del alma, yo

un amor nuevo tenía

pero por la extraña vía

del olvido se marchó.

Cuando se fue, me quemó

como un incendio voraz.

Por eso un día en su faz

dije con cierto desdén:

me olvidaste, yo también…

Ahora sí estamos en paz.

Pero lo que cierto día

se fue diciéndome adiós

regresó a nosotros dos

con más furia todavía.

Su boca buscó la mía,

su cauce fue a mi corriente…

porque indiscutiblemente

en las cosas del querer

olvido no puede haber

si es amor lo que se siente.

Elia Rosa Borges

1559Help

La mustia luz de mi infancia

se disminuye en los trazos.

Lennon, la sombra, sus brazos.

El minuto de distancia.

La cuerda, su resonancia.

Sucios años que me apuran.

Tristes huesos que maduran

la fruta de mi vejez.

Son los sorbos de un revés

en heridas que no curan.

Mariano Estrada Segura

1560Antes de la humedad(fragmento)

Déjame soplar la brasa

de tu sexo, yo no quiero

perder tu lumbre. Prefiero

el orgasmo, su amenaza.

Ese fuego –cuando pasa–

no deja nunca ceniza

sobre la cama. ¡De prisa,

arde ya, no temas, arde!

que la sábana no guarde

tu misterio Monna Lisa.

Argel Fernández Granado

1561Anotaciones en el pulso de una estrella

Vives tatuado, desprecio

en la pared. Una grieta

nace. Descubro, profeta

ciego del polvo, tu precio.

Se queda a oscuras el necio,

rompe su cántaro; estalla,

implora, pero no halla

ninguna estrella. Es muy tarde

para salvarse, no arde

en holocausto. Dios calla.

Argel Fernández Granado

1562Glosas(fragmentos)

Cualquier mañana despierto,

vivo aún, y en mi osamenta

burlo la noche que intenta

reventarme. Y no estoy muerto.

Peligroso estar abierto

de tanta herida al costado;

olvidar, ser olvidado,

jugárselo todo a un grito

(allá si no resucito),

ser un gran mortificado.

Cualquier mañana te digo

que me estoy despedazando,

que de tanto andar ya no ando,

que fui mi peor enemigo.

O cualquier noche consigo

domesticar los instintos

de animal, y en los recintos

donde me pierda sin nombre

busquen el hilo de un hombre

y sigan sus laberintos.

Jorge Luis Mederos

1563Atardecer

Acuarela de la tarde

que va trazando un camino,

irreversible destino

en medio de un mar que arde.

Su color es un alarde

de la más fina paleta,

inspiración del poeta,

antesala de la noche

que pone fin sin reproche

al día que ya se inquieta.

Dionisio Piñero Ruiz

1564El Angel … y no sirven las alas

si me niegas el cielo.

Lucía Muñoz

Yo, que pretendo subirme

a la cima de tu muro,

lo mismo que un ángel puro

las alas voy a ceñirme;

pero tendrás que decirme

antes de que emprenda el vuelo,

si usarás el escalpelo

sutil con que me apuñalas,

pues no me sirven las alas

si tú me niegas el cielo.

Jorge Betancourt Quintana

1565

La belleza es oropel,

tan mezquina, tan oscura.

Sólo la belleza es pura

si se viste con tu piel.

Tú me olvidaste. La hiel

me cabalga por el cuello;

pero un mínimo destello

de alegría me conforma,

al sentir que hasta en tu forma

de olvidar hay algo bello.

Jorge Betancourt Quintana

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