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Encuentran sin vida a ancianito dentro de su casa en Ciudad del Carmen

Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

Del panorama decimístico cubano del siglo XX (51)

1653

November rain

Lluvia de noviembre, triste

rostro de mi desconsuelo,

de nupcias truncas el velo,

lluvia con la que te fuiste.

Lo dudo, no sé si existe

escampada en mi destino,

es un prodigio divino

que a sufrimiento condena:

tristeza, lluvia de pena

de noviembre, sin camino.

Armando Marcos Suárez

1654

Juegos prohibidos

(fragmentos)

Seré un eterno Cupido

con flechas de porcelana,

haré blanco en la manzana

de tu jardín, el prohibido.

Fiebre de amor para el nido

angelical de tu sueño,

llovizna para el ensueño

de tu azucena fragante.

Para mis pasos de amante

el cuarto será pequeño.

Caminaré por la calle

interior de tus locuras

y no habrá esquinas oscuras,

mujer, donde no te halle.

No habrá lunar en el valle

de tu aurora que no bese

y cuando el tiempo nos pese

porque nos censura Dios,

con la mano del adiós

me pedirás que regrese.

Bárbaro Rodríguez Otero

1655

Tiempo

Allá en la bóveda abierta

del abismo hay un sendero,

donde un verdugo de acero

pernocta. La historia es cierta,

quizás nunca descubierta

porque al lanzar la estocada

el verdugo es llamarada

sutil que se va adentrando

en la memoria, elevando

un puñal, una emboscada.

Misteidis Rodríguez Palmero

1656

De soñarte

Se agolpa sobre mis sienes

este miedo inevitable,

doble filo de algún sable

bien empuñado por quienes

aseguran que no vienes,

que están lejos tus riberas,

y hasta me parecen fieras

que rasgan mi seno triste,

por favor, dime que existe

el golpe de tus caderas.

Dime que existe la suma

que completa mi costilla,

hazme morir en la orilla

como la sal en la espuma,

disipa lento la bruma

de tanto ver sin mirarte.

No sé, pero si se parte

la palabra que me salva,

antes de que nazca el alba

voy a morir de soñarte.

Danaisa Rojas Ochoa

1657

Para nacer en la calma de un momento

La noche tiembla y encuentro

poesía sin demora.

La noche me vibra, llora

galopándome por dentro.

Irremisible hacia el centro

llueve al fondo del ritual,

esa estancia virginal

humedeciendo mi alma,

para nacer en la calma

de un momento sin final.

Habitas un sueño leve

para desandar mi trazo

y otra vez en mi regazo

todo este amor se me atreve

entre tus brazos. Qué breve

disuadir a la tormenta.

¿Por qué el camino avejenta

el cauce del corazón?

¿Dónde busco la razón

para una noche violenta?

Adabys Aguirre Pérez

1658

Te vi pasar tan erguida

Te vi pasar tan erguida,

tan olvidada de mí,

que al buscar tus ojos vi

toda esperanza perdida.

Otro hombre por su vida

se pasea diligente,

pensé y bajé la frente

para disfrazar mi pena.

Tú pasaste así, tan llena

de alegría indiferente.

Hoy me vuelvo a mi rincón

para no estorbar tu dicha.

Que mueva el tiempo la ficha

que me sane el corazón

y tú sigue, mujer, con

esa desmemoria vasta

que, si ahora me desgasta,

mañana estaré también

curado de tu desdén

y otra bandera en el asta.

Rafael Carballosa Batista

1659

Convocatoria

A quien pueda interesar

¿Por qué tengo que vivir

con gente que me rechaza?

¿Por qué comparto una casa

que no quiero compartir?

¿Por qué ya no puedo huir

del encierro que reclama

mi prostitución, la llama,

el odio que me consume?

¿Por qué el amor no me asume?

¿Por qué estoy sola en mi cama?

Yordanka Haramboures Zaldívar

1660

Pájaro de agua

Ella reinará en la sombra

como un pájaro sin isla.

José Manuel Espino

Ella reinará en la sombra

como un pájaro sin nido.

Ella cruzará mi olvido,

en la silenciosa alfombra

de un sueño gris… Si me nombra,

no le digan que la espero.

Ella no vendrá, no quiero

morir su próxima vuelta.

Ella se marchó disuelta

en el último aguacero.

Diusmel Machado Estrada

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